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Lucha entre el tripartito y el PP por la libertad de expresión

El gobierno planea otra moción contra la censura para no apoyar la del PP, que hace meses rechazó un texto contra la "ley mordaza"

Una vecina de Ventanielles con una pancarta en el último Pleno. L. MURIAS

Como los partidos políticos suelen ver votos antes que ciudadanos, muchas veces chocan hasta en lo que están de acuerdo.

Sirva de ejemplo la historia que sigue. Esta semana, el PP entregó a los grupos una propuesta en favor de la libertad de expresión a cuenta de la retirada de unas pancartas a un grupo de vecinos que pretendían entrar con ellas en el Pleno. Los conservadores vieron en esa grieta una oportunidad de hacer oposición, y eso hicieron: redactaron un texto exigiendo, entre otras cosas, la elaboración de un manifiesto municipal contra la censura o la limitación de la libertad de expresión.

Sabedor de que el asunto de las libertades es uno de los eslóganes intocables en la izquierda, y que el tema de las pancartas no tenía un pase, el PP se agarró al asunto sin importarle que alguien le pudiera recordar que en septiembre rechazó votar a favor de un texto parecido contra la "ley mordaza" que, entre otras cosas, velaba por la libertad de expresión y de manifestación.

Como eso pasó en septiembre, tan lejos, los populares lanzaron la propuesta para obligar al tripartito a posicionarse. Somos dijo que la apoyaría. IU dijo que lo de las pancartas no podía ser y que, en el fondo, estaba de acuerdo. Y el PSOE dijo que compartían lo que pedía el PP, pero que cómo iban a permitir que se apuntara un tanto así ellos, creadores de la "ley mordaza".

Así que ahora están en buscar una solución a un supuesto problema. Y lo que se ha hablado es impulsar ellos otra moción como la del PP. Con otras palabras, pero con el mismo mensaje: no a la censura y sí a la libertad de expresión. "El tripartito no quiere dar la oportunidad al PP de hacer oportunismo", explican desde el gobierno.

Total, que tenemos a cuatro partidos (dos bandos) en el Ayuntamiento que luchan por apadrinar la libertad de expresión, que es algo en lo que todos están de acuerdo. Como si lo que nos importara a los ciudadanos no fuera poder hablar libremente sino reverenciar a quién nos lo permite en pleno siglo XXI. Sucede que, aquí, ni a unos ni a otros les hace gracia defender algo si luego no salen en la foto. La medalla, lo primero. Porque los votos cuentan más que los ciudadanos.

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