Veintiocho casos graves, doce ingresados en la uvi y dos muertos es el balance provisional de la actual temporada de gripe en el área sanitaria con cabecera en Oviedo. La epidemia, que en la presente edición está caracterizándose por un comportamiento extraño e impredecible, está afectando de forma especial -como es habitual en el virus de la gripe A- a adultos menores de 65 años que no presentaban factores de riesgo. En el extremo opuesto, se confirma que las personas de mayor edad se benefician de una inmunidad natural derivada del contacto, hace varias décadas, con virus similares al A(H1N1), causante de la amenaza de pandemia mundial de 2009, y que ha sido el agente gripal dominante en los inviernos de 2010, 2013 y el actual.
"Las cifras que tenemos son normales. Todos los años se muere gente por gripe, y éste no es una excepción. La especifidad de la gripe A es la que genera casos graves en gente relativamente joven y sin factores de riesgo previos", indicaron fuentes de la Consejería de Sanidad. Sin embargo, los dos fallecidos de la zona de Oviedo "eran mayores de 50 años de edad, con múltiples factores de riesgo, y ninguno estaba vacunado", agregaron las mismas fuentes. El otro virus predominante, el A(H3N2), afecta de forma prioritaria a personas mayores de 65 años y con enfermedades previas que se ven complicadas por la gripe.
La vigilancia de la Consejería sobre los ingresos hospitalarios por gripe se circunscribe al área sanitaria que abarca Oviedo y los municipios de su entorno. Estableciendo una extrapolación, y tras recabar algunas informaciones adicionales, la Consejería de Sanidad estima que el conjunto del Principado suma esta temporada seis muertos por gripe A. El único que hasta la fecha había trascendido con nombre y apellido había sido José Antonio Rodríguez Prieto, vecino de La Felguera y lotero de profesión, de 65 años, quien además del virus de la gripe A estaba infectado por un estreptococo, bacteria muy agresiva. Terminó desarrollando una neumonía bilateral (que afectó a sus dos pulmones) que desembocó en un desenlace fatal.
Los técnicos de la Consejería dan por sentado que, además de los fallecidos en los que fue constatada la presencia del virus A(H1N1), en la región se han registrado este invierno más muertes -bastante más elevadas en número- que obedecen al patrón clásico: personas de edad a las que la gripe genera una descompensación de sus enfermedades crónicas de origen cardiaco y respiratorio. El citado virus causa un volumen de casos muy apreciable en niños, pero se trata de cuadros clínicos que muy raramente revisten gravedad.
Acerca del singular comportamiento que en este invierno está ofreciendo el virus de la gripe, desde la Consejería de Sanidad se piensa que, tras algunas subidas y bajadas de la tasa de incidencia, lo previsible es que "la curva epidémica empiece a bajar, salvo que viniera una nueva ola de frío". Con todo, advierten las citadas fuentes, "todos los años, pero este más, pronunciarse sobre la gripe es muy aventurado".
