La Policía Nacional ha conseguido identificar a los dos chicos que propinaron una paliza a un niño de 12 años para robarle en el portal de su vivienda, en la plaza Ángel González, a la entrada del barrio de Vallobín. Se trata de dos chavales de 13 años, inimputables y sin responsabilidad penal según la legislación española, que establece esta frontera a partir de los 14 años. Según informaron fuentes policiales a LA NUEVA ESPAÑA, se trata de dos menores de 13 años que, a pesar de su corta edad, cuentan con un historial "conflictivo" y que se dedican a "quitar" el dinero a otros niños. Los dos engañaron al menor para que les dejase entrar en el portal cuando regresaba a casa a las ocho menos cuarto de la tarde y, una vez dentro, le dieron varios puñetazos para robarle un dinero que no llevaba encima.

Los vecinos denunciaron por medio de las páginas de este periódico que el caso de este niño no es un hecho "aislado" y que la plaza de Ángel González ha ido ganando "inseguridad" en los últimos tres años, hasta el punto de que algunos residentes denominan la zona "el parque del miedo". Sostienen que la plaza está "tomada" por una banda integrada por al menos 25 adultos y otros tantos menores de edad. El concejal de Seguridad Ciudadana en Oviedo, Ricardo Fernández, aseguró ayer en el transcurso de una rueda de prensa que el Ayuntamiento está al tanto de esta situación desde hace tiempo y que se está trabajando en "una solución" que redunde en que los vecinos se sientan más seguros en su lugar de residencia.

Por su parte, desde la Jefatura Superior de Policía también manifestaron estar al tanto de una situación que, en principio, no consideran "alarmante". Aseguran que existen denuncias "puntuales" de los residentes de la zona y llamadas esporádicas a la centralita del 091 alertando de determinadas conductas, aunque, la mayoría de las veces se averigua que detrás de ellas están niños menores de 14 años, como los que atacaron al chaval de 12 años, que vive en una de las torres que rodean la plaza de Ángel González.

Según alguno de los testimonios recabados por este periódico, el parque es frecuentado por familias de origen rumano que viven en la zona de la Argañosa, muy próxima al apeadero de tren de Vallobín. "Son los dueños del parque. Una vez sus hijos encerraron a unos niños del vecindario en una zona del parque. Te provocan para ver si les pegas y así poder reclamar una indemnización, se las saben todas", asegura una vecina.

La madre del niño agredido, Teresa Gutiérrez, afirmó que en una ocasión, cuando les llamó la atención, la amenazaron con "rajarla". Los vecinos también cuentan que en más de una ocasión los menores se subieron por una farola hasta alcanzar la terraza de un primer piso. También aseguran que se cuelan en el ascensor para hacer fechorías en los garajes. Por su parte, los comerciantes se quejan de robos continuos (incluso de pinchos en los bares) que les han llevado a instalar un circuito de cámaras de vigilancia en sus negocios para protegerse de la delincuencia.