La media de edad de la plantilla del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) "ronda los 50 años" y es necesario tomar medidas cuanto antes para rejuvenecer a un equipo "que ya comienza a tener achaques propios de la edad" y de las exigencias de un trabajo eminentemente físico. La alerta la hizo pública ayer el propio jefe del cuerpo municipal de bomberos, José Manuel Torres, que también considera necesario aumentar la plantilla -actualmente con 75 miembros- "al menos en 15 efectivos" para alcanzar "un nivel bueno de cobertura". Según sostiene Torres, "en los próximos cinco años nos marcharemos 15 o 20 trabajadores y el problema puede ser grave". Por lo tanto, "se necesita sangre nueva, gente que nos vaya haciendo el relevo y que vaya empapándose antes de que nos vayamos para que luego puedan ser ellos los que tiren del carro".

Torres lanzó el guante ayer en la plaza de la Catedral, donde los Bomberos de Oviedo desarrollaron una serie de exhibiciones y actividades para celebrar por adelantado la festividad de su patrón, San Juan de Dios, que se festeja el martes 8. Al acto, que no se organizaba desde hace 17 años, también asistió el alcalde del municipio, Wenceslao López (PSOE), que no le quitó la razón al jefe de los bomberos. "La falta de personal y el envejecimiento es un problema general en todo el Ayuntamiento. Tenemos una labor importante que hacer. Lo primero es crear plazas para solucionarlo y este año tenemos previsto sacar 80, lo que significaría duplicar lo que se ha hecho en el último cuarto de siglo. El PP se ha dedicado a destruir empleo municipal y nosotros ahora tenemos que reconstruirlo", aseguró el regidor.

Pero no todo fueron quejas. José Manuel Torres alabó el "esfuerzo que se ha hecho en los últimos años" para renovar el parque de vehículos de los bomberos y sus diferentes herramientas de trabajo, unas inversiones que han servido para convertir al cuerpo en "uno de los mejores equipados de España". No obstante, puestos a pedir, Torres considera que la ubicación actual del parque municipal de bomberos no es la idónea y sostiene que "lo ideal" sería trasladarlo a una parcela de propiedad municipal situada "frente al colegio de Fozaneldi, justo donde la glorieta", un emplazamiento con mejores comunicaciones para aumentar su capacidad de respuesta. A eso también le contestó el Alcalde: "Por el momento tenemos problemas más importantes. No podemos dedicar nuestros escasos económicos a equipamientos cuando son los vecinos los que los necesitan de verdad. Hay que invertir en la gente".

Mientras tanto, decenas de niños hacían cola en la carpa situada en la plaza de la Catedral para participar en las diferentes actividades que organizaron los bomberos para los más pequeños. El agua, normalmente aliada del cuerpo contra los incendios, fue ayer la invitada más molesta de la fiesta, ya que entorpeció un poco los planes. No obstante, los niños disfrutaron de lo lindo. "Yo de mayor quiero ser bombera", aseguró Xana Martínez, que tiene seis años y ayer se atrevió a lanzarse en tirolina. A Darío García se le ponía una sonrisa traviesa manejando una manguera para apagar un fuego simulado, si no llega a haber estado vigilado por el bombero Juan Carlos Duarte "habría chiscado a todo el mundo", reconocía. A la fiesta también se sumaron Mateo Arias, Ignacio Álvarez o los hermanos Silvia, Álvaro y Álex Tuñón.

A lo largo de toda la mañana el público pudo contemplar la exposición de los diferentes vehículos del cuerpo o disfrutar con las diferentes exhibiciones y simulacros que se desarrollaron en la plaza de la Catedral.