La concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo, que dirige el edil Ricardo Fernández, puso en marcha el pasado 20 de febrero un operativo específico para combatir el botellón en diferentes emplazamientos del casco antiguo de la ciudad durante los fines de semana y festivos. Fruto del mismo, desde el fin de semana del 20 de febrero al del 19 de marzo, la Policía Local ha levantado un total de 38 actas (16 por consumo de bebidas alcohólicas en vía pública; 11 a establecimientos públicos; 3 más por incumplimiento de la normativa de terrazas, 4 por consumir bebidas fuera del establecimiento habiendo sacado los vasos del interior; 3 por miccionar en vía pública y un acta por superar el horario de cierre).

El objetivo del dispositivo policial es controlar desde la compra y transporte de las bebidas alcohólicas hasta el momento en que se consumen en la calle. También como resultado del dispositivo adicional estático de control de alcoholemia, los agentes del cuerpo municipal de Policía han tramitado 5 denuncias por superar la tasa permitida y han cursado 8 detenciones, 7 de ellas por un delito contra la seguridad vial y una por atentando a un agente de la autoridad por parte de uno de los acompañantes de un vehículo cuyo conductor resultó arrestado por superar el nivel de alcohol permitido al volante.

Derivadas de las intervenciones policiales se han registrado, hasta el momento y en las fechas reseñadas anteriormente, 12 traslados en ambulancia al HUCA por intoxicación grave etílica; traslado de un menor al domicilio de sus padres y aviso a los progenitores de otros 6 que se encontraban realizando botellón para que se hicieran cargo de los jóvenes, mostrándoles los agentes la bebida que estaban consumiendo los menores, antes de ser eliminada por el sumidero.

Otras actuaciones

Al margen de las actuaciones reseñadas anteriormente, desde la concejalía de Seguridad Ciudadana se ha realizado una labor preventiva de control respecto a la venta de alcohol a menores, tanto por los establecimientos públicos del casco antiguo de la ciudad, y de la zona de la calle Rosal, Pérez de la Sala, así como la realizada a través de la compra-venta en diversos supermercados de la zona del casco viejo "observando policías no uniformados que los cajeros y cajeras solicitan el D.N.I a los jóvenes y que existen carteles en los que se especifica la prohibición de venta de alcohol a menores de 18 años, según la legislación del Principado 4/15".

Los agentes también han informado a los responsables de varios establecimientos públicos de la normativa de Espectáculos Públicos y, especialmente, de la obligación de no permitir en sus locales el consumo de bebidas alcohólicas a menores de edad o consumir alcohol en el exterior de sus establecimientos sacando vasos del interior del local.