Oviedo se recupera en silencio de la tragedia vivida ayer con el fallecimiento del bombero Eloy Palacio en el incendio que destrozó el edificio situado en el número 58 de la calle Uría.

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Durante siete horas la ciudad vivió pendiente de las llamas y del cielo. Con un ojo mirando al cielo, por si la lluvia, y con otro siguiendo la titánica tarea de los bomberos de Oviedo y de Asturias que se pegaron con las llamas desde las doce de la mañana hasta las cinco de la tarde y que hoy siguen trabajando en Uría y Melquiades Álvarez mientras rumian la muerte de uno de los suyos. "Estábamos comentándolo, que iba a ceder, y cedió", lo decía estama mañana en el parque de bomberos de Oviedo Iván González que lleva 21 años en el cuerpo que ayer pasó por el duro trance de rescatar el cadáver de un compañero. "Había mucho humo", recuerda González que también ayudó sa salir al bombero herido, Juan Carlos Fernández, "Cuni". "Estaba acurrucado contra una pared, volvió a nacer", asegura el veterano. "En una cosa así sales una vez de mil", dice. "Cuni" salió arrastrándose, con una pierna rota y tras quitarse el equipo. Una tragedia de la que la ciudad se recupera hoy.

Toda la tarde de ayer, toda la noche y toda la mañana han trabajado los efectivos de extinción de incendios enfriando los restos del humeante edificio construido por Juan Miguel de la Guardia en 1889 en la calle Uría. También se trabaja con intensidad en el número 25 de la calle Melquiades Álvarez, un inmueble con el que el 58 de Uría comparte patio y al que se extendieron las llamas, un edificio, el de

Melquiades, que tendrá que ser derribado.

Oviedo se recupera en silencio y sin el olor a humo que ayer inundó la ciudad. Un silencio tan sólo rasgado por las sirenas que los bomberos han hecho sonar a las doce en punto en memoria de su compañero muerto.

El Ayuntamiento le concederá a Eloy Palacio la medalla de oro de la ciudad y ha decretado tres días de luto oficial. Así lo ha anunciado el alcalde, Wenceslao López, en "un día negro". El bombero pertenecía al servicio municipal de extinción de incendios de Oviedo y residía en Siero, otro municipio que se suma a las condolencias decretando también tres días de luto. Un luto que se extiende a toda Asturias con el minuto de silencio que se ha guardado esta mañana antes del inicio se la sesión plenaria de la Junta General del Principado