Decenas de personas se han acercado desde primera hora de la jornada hasta el edificio histórico devastado por un incendio en el centro de Oviedo, en el que falleció uno de los bomberos que trabajaba en la extinción del fuego, al que hoy se ha rendido homenaje con un minuto de silencio en el Paseo de los Álamos.

En el tercer día de luto oficial declarado en la capital asturiana se prolongan los trabajos de enfriamiento de los restos del material acumulado por el desplome el pasado jueves del inmueble del número 58 de la céntrica calle Uría, así como las tareas para afianzar la fachada que da a ésta vía y la trasera a Melquiades Álvarez.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Oviedo, Ignacio del Páramo (Somos), y los ediles del Grupo Municipal Socialista Diego Valiño y del PP Covadonga Díaz han acudido al acto convocado por el grupo Adictos a Oviedo, a través de las redes sociales, para guardar un minuto de silencio en recuerdo del difunto Eloy Palacio.

Una fotografía del bombero fallecido, junto a ramos de flores, velas y un casco conforman el espacio en la confluencia del Paseo de los Álamos y la calle Toreno al que los ciudadanos se acercan y depositan sus muestras de condolencia.

El grupo Adictos a Oviedo, que aglutina 9.000 seguidores en las redes sociales ha impulsado la convocatoria del minuto de silencio celebrado a las 13:00 horas, a la que se ha sumado la Asociación de Ecuatorianos en el Principado, secundada por varias decenas de personas.

"Somos emigrantes, vivimos aquí y sentimos el dolor de perder a una persona, que era un bombero y sobre todo un héroe", ha dicho el portavoz de la Asociación de Ecuatorianos en el Principado, José Sánchez.

El funeral por Eloy Palacio se celebró ayer en Pola de Siero, donde cientos de asistentes, entre ellos más de 150 bomberos integrantes de distintos cuerpos de este servicio procedentes de varias comunidades autónomas, despidieron al trabajador fallecido.

Palacio, de 56 años, casado y con dos hijos, trabajaba junto a otro compañero que resultó herido en las tareas de extinción del incendio de gran magnitud en el inmueble número 58 de la calle Uría, en el momento en el que el desplome de parte de la estructura atrapó a ambos.

El derrumbe de este edificio de finales del siglo XVIII y reformado completamente en el año 2000 tuvo lugar poco después de que los bomberos dieran por controlado el fuego iniciado unas cinco horas antes en la segunda planta del inmueble de cinco alturas.