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JAVIER CARBALLO | Preside la Fundación Educativa Santo Domingo e inauguró en Oviedo los actos del 800.º aniversario de la orden

"Este Papa es sorprendente y algunos sectores de la Iglesia necesitan asimilarlo"

"Queremos entrar con el Evangelio en esta nueva forma de vida que es internet"

Javier Carballo, durante su conferencia en Santo Domingo. PEDRO H.

Hasta este año Javier Carballo, nacido en el poblado minero de Bustiello (Mieres), fue provincial de los dominicos. Ahora es el presidente de la Fundación Educativa Santo Domingo de la que a partir de septiembre formarán parte veinte colegios, y dirige la sección en español de la Universidad Dominicana Internacional "on line". Ayer inauguró el ciclo de conferencias "Luz y palabra", con el que la comunidad dominica en Oviedo conmemora el jubileo de los 800 años de la fundación de la orden. Las conferencias continuarán durante abril y mayo, en los nuevos locales del número 2 de la calle Fernando Alonso y siempre a las 20.00 horas. Ayer, Carballo habló de la renovación de la predicación y de los proyectos de su orden para adecuarla a los nuevos lenguajes y plataformas de comunicación.

-¿Predican por internet?

-Es un objetivos importante. Internet no solo es un medio, es una nueva antropología: el homo digitalis es el nuevo homo sapiens. Queremos entrar con el Evangelio en esta nueva forma de vida, aunque vigilantes a los problemas que plantea: internet nos permite conectarnos pero cada vez estamos más aislados, la predicación intenta formar comunidad pero el individualismo aumenta, da una visión universal pero también fomenta los egoísmos...

-Están de aniversario. ¿Momento de revisar objetivos?

-El jubileo tiene una dimensión de celebración y otra de renovación. En cada país eso se concreta de una determinada manera. En España, se han unificado las provincias en una, Hispania. Hay razones internas para ello, por la disminución de vocaciones, y externas, para trabajar más en red. Y entre los actos conmemorativos en julio habrá un congreso educativo, con 800 educadores de nuestros colegios, en Madrid; exposiciones de arte por varias ciudades -está previsto que venga a Oviedo-; y hemos impulsado un Observatorio de Derechos Humanos.

-¿Siguen sin vocaciones?

-Hubo una época en la que ser cristiano era algo ordinario, hoy hay una situación diferente. Lo importante es mantener un goteo de vocaciones: cada año recibimos cuatro o cinco novicios en España.

-¿Qué percepción tiene la sociedad de la Iglesia católica, en su opinión?

-La gente opina libremente y sin miedo. Por un lado se nos critica y por otro nos sigue mirando con confianza, en el ámbito educativo, por ejemplo. En una sociedad laica como ésta, se sigue confiando en la educación católica. La Iglesia inspira confianza por su defensa de la caridad y la justicia y otro ámbito de confianza es este Papa, al que se le reconoce una autoridad moral mundial.

-¿Es aceptado Francisco I por todos los sectores de la Iglesia católica?

-El Papa ha sido en algunas cosas tan sorprendente que algunos sectores necesitan asimilar esa sorpresa. Eso es lo propio del espíritu: la sorpresa. Nos ha sorprendido con una enorme libertad para hablar, en favor de la vuelta de la solidaridad y la justicia en el mundo.

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