Cada escanciador de la calle Gascona tiró ayer, durante la "preba" de la primera cosecha de la temporada, alrededor de ocho cajas de la bebida asturiana por excelencia. En un cálculo aproximado salen alrededor de quinientos culinos por paisano, así hasta acabar los 5.000 litros de sidra que se repartieron ayer en una de las ediciones más multitudinaria que se recuerda. En la cata oficial de la XVII Preba de la sidra ganó el llagar Orizón y en la popular Viuda de Angelón, los dos de Nava.

"Pues sí, acabas con el brazo un poco tocado de tanto escanciar. La gente viene con sed y aquí estamos nosotros para saciarla", explica Brahyan Morales, que aprendió el arte de escanciar en la Escuela de Hostelería y trabaja desde hace años en un establecimiento de la calle Gascona. Según explica, un buen "culín" de sidra hay que echarlo siempre mirando al vaso, con la botella alta y el brazo recto. "Tiene que romper en la boca del vaso", añade este escanciador que sabe si la sidra es buena, mala o regular sin probarla, solo con echar un vistazo. "Tiene que tener un color pajizo y que no salgan burbujas hacia arriba", sostiene. Una de sus favoritas es Trabanco, aunque en su local han introducido esta temporada la sidra Vigón "que está funcionando muy bien".

La Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias, la máxima autoridad mundial en materia de sidra, asegura que la cosecha de este año es "espectacular", lo que motivó que la cata oficial de sidra, en la que participaban diecinueve llagares asturianos, estuviese muy reñida.

"La 'preba' de este año ha sido fantástica, la mejor diría. Porque no hemos tenido ninguna queja de nada y la calle estaba llena rebosar, era casi imposible avanzar incluso en la parte de abajo, la ampliación del bulevar. Además, la sidra estaba estupenda, buenísima", asegura María Lavilla, portavoz de los hosteleros de la calle Gascona.

La organización calcula que por la calle se pasaron del orden de 3.000 personas para participar en la cata popular, un cálculo que es sencillo realizar atendiendo a la venta del "kit" sidrero. "Los vendimos casi todos, y habíamos reservado 3.000", sostiene Lavilla. Y es que la apuesta de ocio y gastronomía de los hosteleros de Gascona no está nada mal. Por 3 euros se puede adquirir un vaso de sidra y un pañuelo verde para recorrer la calle de sidrería en sidrería catando la bebida. Además, en la mayoría de los locales ofrecen una amplia oferta gastronómica para "forrar" un poco la ingesta sidrera. Además, el tiempo acompañó y aunque amenazaba lluvia no hizo falta abrir los paraguas.

En el transcurso de la "preba" el concejal de Turismo en el Ayuntamiento de Oviedo, Rubén Rosón, definió a Oviedo como la "capital mundial de la sidra" y destacó la importancia de cuidar de sus productores que hacen posible "una maravillosa bandera para Asturias".