Los desplazamientos de pediatras del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para hacer guardias en el Hospital de Arriondas está obligando a suspender consultas y pruebas diagnósticas en el complejo hospitalario ovetense. Los médicos afectados ya han contactado con su colegio profesional, cuyos servicios jurídicos están presentando recursos de alzada que, andando el tiempo, y si el panorama no cambia, se convertirán en demandas ante los tribunales de justicia.

LA NUEVA ESPAÑA ya había adelantado el pasado 19 de marzo que la decisión del Servicio de Salud del Principado (Sespa) de que los pediatras del HUCA y del Hospital de Cabueñes (Gijón) comenzaran a cubrir de forma obligatoria las bajas de sus colegas del centro sanitario del oriente había generado crispación entre los profesionales. Por entonces, los pediatras declararon a este periódico que "en nuestros hospitales de origen las plantillas quedan mermadas y eso hace que la asistencia se descuide".

Los vaticinios se han cumplido, aseguran ahora. "Las cosas están haciéndose fatal. Nos mandan ir a Arriondas por orden alfabético. Durante un tiempo fue posible que el compañero que tenía que desplazarse fuese cubierto por otro, pero en las últimas semanas ha habido que suspender actividades", señalaron fuentes sanitarias. "A partir de junio, cuando comencemos a coger vacaciones, la situación va a ser aún peor", agregaron.

Es bien conocido que Asturias sufre escasez de pediatras. Los especialistas del HUCA sostienen que este déficit obedece, entre otras razones, a que "la Administración se empeña en ofrecer contratos en precario", y lo que hacen parte de los profesionales jóvenes -por ejemplo, algunos de los que este mes concluyen su formación especializada- es "aceptar ofertas mejores de otras comunidades autónomas".

A la vista de este panorama, a los profesionales de la pediatría les cuesta entender que en el concurso de traslados que está en marcha se haya negado plaza en centros hospitalarios del Principado a algunos especialistas que actualmente ejercen en Castilla y León "alegando que no tienen el nombramiento adecuado, cuando es evidente están ejerciendo como pediatras de atención primaria en la sanidad pública a pocos kilómetros de Asturias".