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La Policía ajusta el disparo del "foto-rojo" ante el aluvión de quejas de conductores

Los dispositivos conceden medio segundo más al ciudadano para pisar el freno y evitar la multa cuando el semáforo pasa de ámbar fijo a rojo

La Policía ajusta el disparo del "foto-rojo" ante el aluvión de quejas de conductores

El aluvión de quejas y reclamaciones de conductores "cazados" por uno de los dispositivos "foto-rojo" de la ciudad han motivado cambios en su funcionamiento, de manera que, desde hace unas semanas, los conductores disponen de un margen de medio segundo más para pisar el freno antes de que el semáforo pase de ámbar fijo a rojo. Así lo han confirmado a LA NUEVA ESPAÑA fuentes del área de Seguridad Ciudadana, que concretaron que hasta hace unos meses tan solo discurría un segundo entre el cambio de fase y que ahora se ha ajustado el disparo a un segundo y medio. Se trata de una medida que ha puesto en marcha el nuevo concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández (PSOE) en atención a las quejas recibidas. "El tiempo de reacción era muy escaso", admitieron las mismas fuentes municipales consultadas.

La medida ha entrado en vigor este año y aún no se ve reflejada en los datos de la última memoria de la Policía Local, que se hicieron públicos este martes. Atendiendo a esas cifras, alrededor de 60 conductores se saltan al día uno de los cuatro semáforos "foto-rojo" desplegados en tres áreas estratégicas de la ciudad: la glorieta de la Cruz Roja, la plaza de Castilla, la avenida de Santander y General Elorza. A pesar de que estos dispositivos funcionan en la ciudad desde el año 2009, los "foto-rojo" son los sistemas de la Policía Local que más multan, con un total anual de 22.020 sanciones el año pasado. El que más infractores registra es el que asume también más volumen de tráfico, el dispositivo de plaza Castilla, que cazó el año pasado a 8.784 conductores. El siguiente en la lista, con 7.115 multas el año pasado es el semáforo ubicado en la glorieta de la Cruz Roja. El podio lo completan las multas en General Elorza (3.387). Por detrás ya queda la avenida de Santander (2.952). Eso sí, a pesar del elevado volumen de sanciones, las cifras se alejan mucho de los primeros años del "foto-rojo", 2009 y 2010 cuando eran 400 los conductores que se saltaban cada día uno de estos semáforos con cámara en Oviedo; es decir, seis veces más que en la actualidad.

Estos dispositivos tienen, como todos los semáforos, tres fases, pero ninguna en verde. La primera, ámbar intermitente, permite el paso con precaución ante la posible circulación de otro vehículo por el interior de la glorieta o en un cruce. En la segunda fase, el ámbar deja de ser intermitente y se hace fijo. En ese momento, el conductor ya tiene la obligación de parar el vehículo. Dispone, en función de los nuevos ajustes del disparo, de 1,5 segundos para hacerlo. Ese es el tiempo que tarda el semáforo en ponerse en rojo desde que la luz ámbar deja de parpadear. "Solo se tramitan sanciones si se cruza el semáforo en rojo", insistió el martes el concejal de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Oviedo. En cualquier caso, la justicia lleva ya un tiempo cuestionando la validez de las multas de tráfico a los conductores que se saltan semáforos en rojo y cuya infracción es captada a través de una fotografía.

Un Juzgado de Oviedo anuló recientemente una sanción de este tipo impuesta por el Ayuntamiento de Oviedo, debido a que la denuncia no iba acompañada "de documento alguno que demuestre la fiabilidad del instrumento de captación", según reza la sentencia. Y es que los jueces han criticado en más de una ocasión la "falta de fiabilidad" de los dispositivos "foto-rojo". Además, en una sentencia similar favorable al conductor, el juez hace alusión a que, si bien la denuncia formulada por el agente goza de presunción de veracidad, se ha vulnerado el derecho fundamental de defensa del conductor sancionado al no facilitarle las fotografías y las características técnicas del semáforo.

Aunque cada vez son más los conductores que recurren, otros prefieren evitar los gastos del procedimiento y acogerse al sistema de "pronto pago", que rebaja de 200 a 100 euros la multa del "fotor-ojo". Eso sí, este tipo de sanción lleva implícita la retirada de un total de 4 puntos del permiso de conducir.

Los datos recopilados por la Policía Local para la elaboración de su última memoria también recogen que en 2015 el Ayuntamiento facturó 5,6 millones de euros en multas (no se incluyen las de la zona azul), una cantidad muy similar a la de 2014, pero muy alejada de los 1,7 millones que el municipio facturaba en 2008 en sanciones de tráfico. Sólo desde ese año los conductores "aportaron" a las arcas municipales más de 32,2 millones de euros.

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