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Una cadena de errores con posibles consecuencias legales

Al menos tres conductores detenidos tras dar positivo en un etilómetro sin revisar

Los resultados, delitos contra la seguridad vial, podrían quedar anulados al no cumplir el aparato la normativa

Un conductor sopla en un control de alcoholemia de la Policía Local, en una imagen de archivo. LUISMA MURIAS

Al menos tres conductores fueron detenidos este mes como presuntos autores de un delito contra la seguridad del tráfico por conducir por las calles de Oviedo superando los límites de alcohol permitidos por la ley. Hasta aquí, todo normal. El problema es que los resultados podrían quedar invalidados porque el etilómetro con el que los agentes de la Policía Local realizaron las correspondientes pruebas llevaba varios días caducado. Según la documentación a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, uno de los modelos del que disponen los agentes en Oviedo, en concreto el "Alcotest 7110" con número de serie ARYB-0031, caducó el pasado 6 de mayo y aún así continuó utilizándose. Así las cosas, las tres alcoholemias con delito que se realizaron con el aparato fuera de norma fueron practicadas el día 8 de mayo y los atestados remitidos de inmediato, el día 9, al Juzgado de Instrucción número 2, sin que, al menos hasta ese momento, nadie se percatase del grave error.

Los etilómetros tienen que pasar una especie de ITV obligatoria una vez al año -como la que realizan los vehículos- para chequear que el aparato mide bien, y que con el uso diario no se ha desajustado. La práctica habitual es que la persona responsable del control de estos dispositivos envíe al Centro Español de Metrología el aparato una semana antes de que caduque, para que los técnicos de esta entidad realicen la inspección correspondiente y lo devuelvan con un certificado que acredite que todo está en orden y que los agentes pueden seguir utilizando el etilómetro para medir alcoholemias. Esta vez, a alguien se le pasó. No sólo eso, sino que los atestados por delito contra la seguridad del tráfico que se enviaron al juzgado, la Policía Local adjuntó una copia del certificado que acredita la validez del dispositivo. Ese certificado -al que también ha tenido acceso este periódico- especifica claramente que el etilómetro llevaba caducado desde el 6 de mayo. Nadie se percató tampoco en este segundo paso del procedimiento y todo ha seguido su curso por la vía judicial.

La primera de las tres alcoholemias irregulares fue registrada a las 1.18 horas del pasado 8 de mayo en un semáforo en la intersección entre las calles Manuel del Fresno y Vázquez de Mella. Hubo una discusión previa entre dos personas y una de ellas llamó a la Policía Local para alertar de que la otra persona estaba conduciendo el coche borracho. Los agentes le dieron alcance en el punto mencionado y le practicaron la prueba de alcoholemia con el etilómetro caducado. El resultado fue de una medición de 0,96 miligramos de alcohol por litro de aire espirado y 1,00 en la segunda prueba. Un resultado que cuadriplica la tasa permitida.

El segundo atestado se instruyó a las 2.15 horas del mismo día, en la intersección de las calles Río Nalón y Río Ibias. Un conductor que arrojó una tasa de alcohol de 0,35 y 0,34 se llevó por delante varios coches que estaban estacionados en la vía.

Por último, el etilómetro caducado se utilizó en un accidente de tráfico que tuvo lugar a las 6.28 horas del 8 de mayo a la altura del número 72 de La Tenderina. Un Audi A3 y un camión Iveco sufrieron un choque por alcance y el conductor del turismo arrojó una tasa positiva de alcohol de 0,85 y 0,90 miligramos de alcohol por litro de sangre espirado.

Esta cadena de errores puede traer como consecuencia reclamaciones al juzgado que instruyó los atestados y también al Ayuntamiento de Oviedo, de donde parte el problema. Además, estos requerimientos de los afectados podrían ir más allá de estos tres atestados instruidos por un delito contra la seguridad del tráfico, porque es probable que durante esos días se realizasen más pruebas con el mismo aparato a conductores que dieron positivo, pero que al no superar los 0,60, la tasa de alcohol por aire espirado que considera la infracción un delito contra la seguridad del tráfico, se quedase únicamente en una sanción administrativa.

Según ha podido saber este diario el etilómetro caducado fue enviado finalmente al Centro Español de Metrología de Madrid para pasar la revisión.

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