Etilómetros caducados y grúas municipales que no pasan la ITV. Una nueva investigación interna en la Policía Local trata de aclarar por qué un vehículo de la grúa que no pasó la revisión por "defectos graves" el pasado 21 de abril estaba trabajando en las calles el pasado sábado a primera hora de la mañana, sin los papeles en regla. Un accidente con un ciclomotor en la intersección entre las calles Alejandro Casona y Argañosa ha destapado el asunto. Los policías que tuvieron que hacerse cargo del atestado instruyeron un boletín de denuncia -con número 2016/D/1136690- contra el vehículo municipal por infringir el artículo 10 del reglamento general de circulación, relativo a la inspección técnica de vehículos.
Según los datos recopilados por LA NUEVA ESPAÑA, el camión grúa Mitsubishi 0904-HCF circulaba el pasado sábado, a las 8.40 horas, por la calle Alejandro Casona. Tras cruzar en verde un semáforo y llegar a la intersección con la Argañosa se encontró con una motocicleta que subía por esta calle en dirección a la avenida de Colón.
La moto, con matrícula 2192-BSL, se saltó un semáforo en rojo y se empotró contra la grúa. Además, el motorista dio positivo en alcohol. Total, que a la hora de sacar los papeles para hacer el atestado, los policías destacados se encontraron con la sorpresa de que no tenía en regla la ITV.
Fuentes conocedoras del caso han explicado a este periódico que el vehículo acudió a pasar la revisión un mes antes, el 21 de abril, pero que la inspección resultó "desfavorable" porque detectaron "fallos graves" en el camión grúa. Esto implica que el responsable del vehículo debe arreglarlos y volver a pasar la revisión.
En estos casos, el propietario del vehículo está autorizado a dirigirse a repararlo y volver a la estación de ITV donde pasó la inspección para comprobar la subsanación de dichos defectos. Lo que acredita el accidente del pasado sábado es que la grúa estaba circulando por Oviedo sin atender a esta restricción legal.
Los hechos también han llegado a oídos del concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, responsable de los servicios que presta la Policía Local. Fuentes municipales explicaron que tuvo conocimiento de lo sucedido por "una filtración", después de que la noticia corriera como la pólvora por el cuartel del Rubín. Así que el mismo día que encargó una investigación interna tras enterarse por LA NUEVA ESPAÑA de que la Policía Local había detenido a tres conductores ebrios basándose en la medición de un etilómetro caducado, tuvo que ordenar también una investigación para aclarar el asunto de la grúa municipal funcionando sin haber pasado la inspección técnica de vehículos.
Si bien en el primer caso podría tratarse de una cadena de errores que derivarían en la absolución de tres personas que provocaron accidentes al conducir bajo los efectos del alcohol, en este segundo caso las consecuencias legales podrían ser peores para el Ayuntamiento de Oviedo y en su caso para la empresa adjudicataria del servicio de la grúa, FCC, al tratarse de una infracción del reglamento de circulación, tal como refleja el boletín de denuncia.
La investigación incoada por el área de Seguridad Ciudadana trata de comprobar la veracidad de los hechos denunciados por los agentes que instruyeron este atestado, así como depurar las responsabilidades derivadas de esta actuación. La otra investigación, la de los etilómetros, también está en curso en clave interna.
La intención es interrogar a todos los agentes y mandos que guardan relación con el etilómetro que no se envió a calibrar al Centro de Metrología de Madrid y continuaron utilizando. Además, el Ayuntamiento notificó ayer al Juzgado de instrucción número 2 lo sucedido "para que actúe en consecuencia".
