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"Orco", el perro que hace feliz a un niño enfermo ovetense que sueña con ser policía

Iván Valdés, alumno de 13 años del Instituto Monte Naranco, recibió ayer la sorpresa de su vida

A unos niños les gusta el fútbol y a otros no. Iván Valdés, alumno de 1º de la ESO del IES Monte Naranco, está en el grupo de los que no le gusta el fútbol. Él prefiere los policías, la acción y los perros bien entrenados que ayudan a la gente. Y siempre ha dicho en casa que algún día le gustaría ser agente de la Policía Nacional para perseguir a los malos. De sus trece años de vida, lleva casi la mitad, seis, luchando contra una grave enfermedad, un neuroblastoma, un tipo de cáncer que afecta normalmente a los niños. Desde enero no hace vida normal, está en casa, casi siempre en cama. En esta difícil situación, su madre, Paula Rodríguez, pensó darle una sorpresa: una visita al cuartel de Buenavista para conocer el trabajo de la Unidad de Guías Caninos. Lo que consiguió fue aún mejor.

La madre de Iván se puso en contacto con el servicio de Participación Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía exponiendo su situación. La disponibilidad fue total desde el principio, y la Policía invitó a la familia a pasarse por el cuartel ayer. Todo estaba preparado en Buenavista para hacer pasar un rato agradable al niño, levantarle el ánimo y arrancarle una sonrisa. Sin embargo, su estado de salud se resintió y ayer estaba tan débil que era imposible levantarlo de la cama. Así que Paula Rodríguez decidió llamar a la Policía para cancelar la cita. Los agentes le dijeron que de ninguna manera, que si le parecía bien, ellos mismos se desplazarían al domicilio con un perro de la unidad.

"Fue una sorpresa enorme, se portaron genial con nosotros, siempre les estaré agradecida", explicó ayer en declaraciones a este periódico la madre del pequeño Iván. El niño no sabía nada y, según relata su madre, cuando vio entrar por la puerta de su habitación a los policías uniformados de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción), se quedó sin palabras. Detrás de ellos entró como una bala el perro "Orco", uno de los pastores alemanes de la Unidad de Guías Caninos. "El perro fue muy cariñoso. Se subió a la cama con Iván, se abrazaron y le dio lametones. Fue muy emocionante verle tan feliz y que por un momento olvidase todo el dolor", manifestó Paula Rodríguez.

Iván escuchó atentamente las explicaciones que los policías le dieron sobre su trabajo y aceptó con gusto ponerse una de las gorras de los agentes para hacerse unas fotos con ellos. "Quedamos en hacerles una visita al cuartel cuando esté un poco más fuerte", comentó su madre. Y de la visita policial a la bañera. "Quedó exhausto. En cuanto se fueron lo metí en la bañera porque tiene las defensas muy bajas y no se puede permitir ponerse malo. Cuando llegaron a darle clase desde el departamento de Aulas Hospitalarias ya no había alumno, fue tanta la emoción...", relató Paula Rodríguez.

Fuentes policiales explicaron también a este periódico que se da la circunstancia de que algunos de los agentes que visitaron a Iván en su casa fueron los mismos que resultaron heridos hace unos días al detener a un maltratador tras una persecución por las calles de Ventanielles. En el mismo turno, muchas veces, tienen que enfrentarse a facetas muy diferentes de la vida, el bien y el mal. La labor humanitaria es también una parte importante del trabajo policial.

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