El Ayuntamiento de Oviedo no está dispuesto a permitir "la explotación de personas en la ciudad" y ha desplegado todos los medios que tiene a su alcance para acabar con las mafias que controlan a un buen número de los mendigos que piden por las calles de la capital asturiana, en su mayoría inmigrantes rumanos de etnia gitana. Sólo en las últimas dos semanas, la Policía Local ha levantado 52 actas relacionadas con la mendicidad y ha practicado la detención de dos personas que se encontraban en busca y captura por causas penales pendientes. Uno de los detenidos es de origen rumano y el otro español. El número de intervenciones podría crecer considerablemente a lo largo de las próximas semanas, ya que hasta ahora sólo se han levantado actas en la zona centro de la ciudad y el Ayuntamiento tiene previsto ampliar el operativo a otros puntos de Oviedo en los que también se ejerce la mendicidad.
"Durante los operativos de control que se están llevando a cabo contamos con la presencia de un experto en documentoscopia -un especialista en el estudio científico de los documentos y de su contenido- para comprobar que los papeles que presentan las personas a las que se los requerimos están en orden. Así fue como se practicaron las detenciones, al analizar la documentación saltaron las alarmas y los agentes actuaron en consecuencia", explica Ricardo Fernández, el concejal de Seguridad Ciudadana.
Fernández quiere dejar bien claro que el haber intensificado los controles no significa "que se esté persiguiendo" a las personas que ejercen la mendicidad en la calle, "cuya situación suele ser desesperada". Lo que hace la Policía Local "es informarles de todos los servicios sociales que tienen a su disposición y tratar de detectar actividades ilícitas para frenarlas. La idea es evitar que las organizaciones delictivas se aprovechen de la situación de esas personas, no cargar el peso contra ellas", matiza el edil. Fuentes policiales aseguran que desde que existen este tipo de controles "la presencia de mendigos, sobre todo de origen rumano, ha disminuido considerablemente en la ciudad".
La Policía Local inició hace meses una investigación relacionada con la mendicidad ejercida por ciudadanos rumanos tras recibir varias quejas sobre suspuetas amenazas a feligreses, sobre todo a los de edad avanzada, en determinadas iglesias de la ciudad. Al margen de esta investigación, el cuerpo municipal también había actuado en casos puntuales, en sitios como la entrada de establecimientos comerciales o en el entorno de los semáforos. Pero ahora se han intensificado las actuaciones.
Muchos de los mendigos controlados por mafias rumanas viven en pisos de alquiler junto a un gran número de compatriotas. Cada día se levantan temprano para salir a pedir por las calles de Oviedo a cambio del techo y la comida. Todo lo que recaudan a lo largo de la jornada tienen que entregárselo a su "jefe" al final del día, dárselo a la cara visible de la mafia que los trajo a Asturias. La trama se dirige desde Rumanía, donde todo está jerarquizado. Una buena parte de los integrantes de las dos familias que se enfrentaron a navajazos hace dos meses en la calle General Elorza -con un balance de 12 detenidos y cinco heridos por arma blanca, dos de ellos graves- se ganan la vida mendigando para estas mafias.
