Puertas metálicas reventadas, algunos cristales resquebrajados y ni un sitio más en las paredes exteriores para otra pintada. Ese es el aspecto que presenta actualmente el mercado de abastos de La Corredoria, un equipamiento que ha supuesto una inversión cercana a los 3,5 millones de euros y que permanece cerrado desde el año 2014, la fecha en la que concluyeron los trabajos. "Lo que está ocurriendo con este mercado es una vergüenza. Se supone que iba a ser un motor para dinamizar el barrio en todos los sentidos y se ha convertido en un espacio en el que se hacen botellones y otro tipo de actos que van a acabar con todo. Casi va a costar tanto reparar todos los daños que hay ahora mismo como lo que supuso construirlo", denuncia María Teresa Díaz, una vecina del barrio.
Según los cálculos que maneja el Ayuntamiento de Oviedo, el mercado de La Corredoria no abrirá sus puertas al público al menos hasta principios de 2017, y eso si todos los trámites administrativos se van superando al ritmo que prevé el concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), que el próximo día 8 de junio, como adelantó ayer este diario, organizará una "reunión abierta" en el recinto con vecinos y comerciantes para explicarles la situación. Tendrá que esmerarse porque los ciudadanos de La Corredoria están que trinan. "No se puede gastar tanto dinero en un edificio como este y luego dejarlo morir así. Ahora ponen como fecha de apertura el 2017, pero ya se ha pospuesto en infinidad de ocasiones. Esperemos que lo abran antes de que caiga", solicita Víctor Álvarez.
Miriam Guerrero también está muy decepcionada con la situación. "Hay mucha gente que tiene puestas las esperanzas en ese mercado, tanto entre los comerciantes que quieren formar parte del proyecto como entre los dueños de los establecimientos hosteleros que hay en la zona, ya que muchos abrieron sus negocios pensando en el tirón del mercado", afirma.
En la misma postura se mantiene José Luis Álvarez. "No quiero ser agorero, pero no sería el primer edificio que construyen las administraciones en Asturias y que tiene que ser derribado antes de abrir sus puertas", asegura. Según sostiene, "el mercado ya se ha inundado dos veces y todo lo que se ha levantado se está echando a perder por la inoperancia de los que mandan en el Ayuntamiento, sean del color que sean".
Lo mismo piensa Fernando Prieto. "Es una auténtica vergüenza lo que está pasando aquí. Seguro que si esto ocurre en el centro de Oviedo y no en un barrio ya estaba abierto hace tiempo. Da igual que manden en el Ayuntamiento unos que otros, ninguno hace nada por solucionar el problema", denuncia. Prieto considera que "hay mucha gente que lo está pasando mal económicamente" y que por lo tanto "es denunciable que se esté tirando el dinero en equipamientos que ni siquiera han abierto y ya se encuentran en un estado deplorable". Federico de la Vallina, que trabaja en una gasolilnera, y su mujer, Carmen Menéndez, tampoco entienden lo que ocurre con el mercado de La Corredoria. "Llevan cuatro años anunciando la apertura y de momento todavía no hay ni una fecha fijada, con lo que existe el riesgo de que el edificio se eche a perder", señala De la Vallina.
El mercado de abastos de La Corredoria ha ido sumando retrasos ya desde su construcción, que empezó allá por el verano de 2010. Entonces fue por problemas con la ocupación de una parcela y por un acceso, que obligaron a paralizar los trabajos en marcha durante casi año y medio. Después, con las instalaciones ya acabadas, el Ayuntamiento fue dando fechas para su inauguración y retrasándola en varias ocasiones.
