Las parroquias de Oviedo participaron ayer en la misa del Jubileo de la Misericordia, el periodo señalado por el Papa Francisco -del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016- para fortalecer el sacramento de la confesión y celebrar el 50.º aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II (el 8 de diciembre de 1965).

A esa dimensión penitencial del Año de la Misericordia aludió en su homilía el vicario general, Jorge Juan Fernández Sangrador, que presidió dicha misa junto a buena parte del clero de la ciudad. Sangrador habló de la "conversión personal" como acto central de los católicos, y concretamente de los habitantes de una ciudad, Oviedo, "amparada por el monte Naranco y bendecida por la imagen del Sagrado Corazón" (hoy domingo se celebra precisamente la tradicional jira y misa junto a dicho monumento).

El vicario general llamó también la atención sobre que la misa se celebraba "en el principal templo de la diócesis y en una ciudad con larga historia cultural y de fe", además de "tradiciones religiosas que perduran y son apreciadas en el presente".

Sangrador apostilló que "la fe llega a esta ciudad en la antigüedad y se fortalece en los siglos VIII y IX con un proyecto político, cultural y social". Esas circunstancias darán lugar a que "ésta sea una ciudad marcada por el signo de la cruz" y que en su Catedral "guarda el emblema de la ciudad y las insignias de la región", en referencia, respectivamente, a la Cruz de los Ángeles y a la Cruz de la Victoria.

Junto a ellas se hallan "las reliquias de la Cámara Santa y el Santo Sudario", pero "las actuales parroquias de Oviedo y sus comunidades cristianas no sólo viven de recuerdos arqueológicos, sino de aquello que dinamiza la vida de los pueblos".

Son, asimismo, "parroquias en el Camino de Santiago", que fue el camino hacia "la Europa de las libertades". La misa de ayer estuvo precedida por una procesión desde el vecino templo de San Tirso el Real. Sacerdotes y fieles accedieron a continuación a la Catedral por la Puerta Santa, la central de su fachada.