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Tres años sin muertes en atropellos

La ciudad inició en 2013 un plan de choque, tras dispararse la siniestralidad Las denuncias a peatones y la mejora de la iluminación, claves en el cambio

Peatones cruzando la calle de forma correcta por un paso de cebra, ayer, en Argüelles. PEDRO H.

El primer trimestre de 2013 fue negro en cuanto a los datos de siniestralidad vial en el casco urbano de Oviedo. Con una media de veinte accidentes por atropello al mes y tres personas muertas en el periodo comprendido entre enero y abril, el Ayuntamiento decidió actuar para revertir la desfavorable situación. Tres años después, el plan ha alcanzado el objetivo para el que fue diseñado: cero muertos por atropello en la ciudad. Ayuntamientos de toda España -el último, el de Badajoz, hace unos días- están llamando a los responsables del área de Seguridad Ciudadana para que les expliquen cómo lo han conseguido. Las denuncias a peatones que cruzan mal la calle, la mejora de la iluminación en zonas peligrosas y las campañas de sensibilización son algunas de las claves.

El programa diseñado para acabar con las muertes por atropello tuvo en cuenta, desde el principio, una circunstancia especial: la gran peatonalización de la capital asturiana. "Oviedo tiene 208 calles peatonales y esto ha generado una modificación en el comportamiento de los usuarios, no siempre concienciados sobre la necesidad de adoptar unas conductas seguras", aseguran fuentes del área de Seguridad Ciudadana. Los expertos de la Policía Local analizaron también las circunstancias de los últimos accidentes y se dieron cuenta de que en la mayoría intervenían tres factores: escasa visibilidad (por la hora y la lluvia): la edad de los atropellados (casi todos mayores de 65 años); y la imprudencia de los peatones, que cruzaron por zonas no autorizadas.

"Decidimos actuar en tres direcciones, aplicando medidas referidas a los conductores, a los peatones y a la calzada", puntualizan las mismas fuentes consultadas en el área de Seguridad Ciudadana. Las más revolucionarias de todas fueron las aplicadas a los peatones. Los agentes de la Policía Local salieron a las calles para vigilar el comportamiento de los ciudadanos a la hora de cruzar la calzada. Los agentes comenzaron a llamar la atención a todos los que, vulnerando las más elementales normas de tráfico y seguridad, atravesaban la calle por lugares inadecuados. Les informaban verbalmente de la norma que habían infringido y tomaban nota de sus datos personales. Además, les advertían de que si los volvían a sorprender cruzando mal la calle, les pondrían una multa de 60 euros. En los últimos tres años se han realizado 1.400 controles de este tipo en más de cincuenta calles de la ciudad, entre ellas las que registraron atropellos mortales, como General Elorza y Álvaro Flórez Estrada.

En los datos facilitados por el área de Seguridad Ciudadana relativos a estos controles, llama la atención que el 20 por ciento de los peatones amonestados por cruzar mal la calle iban acompañados de menores de edad. Es más, un 3 por ciento de ellos conducían un carrito de bebé, poniendo en riesgo no sólo sus propias vidas, sino también las de niños a su cargo. También es llamativo que un 4,7 por ciento de los peatones pillados "in fraganti" cruzando mal iban apoyados en un bastón o una muleta. Un 4,8 por ciento iban hablando por el teléfono móvil, sin prestar atención a la calzada.

En paralelo a las advertencias, la Policía Local desarrolló campañas de educación vial dirigidas a la población, sobre todo a los mayores y a los niños. Dos de ellas, "Mueva Oviedo + 60" y "De mayor a menor", se desarrollaron en los centros sociales de la ciudad. En los colegios también están en marcha dos proyectos: "Rutas escolares seguras y "Entornos escolares seguros".

Otro de los ámbitos en los que actuó el Ayuntamiento en el marco de este plan de choque es la calzada. Por ejemplo, se dio la orden de encender farolas que estaban apagadas para ahorrar, por la crisis, y de aumentar el horario de funcionamiento. El cambio de las luces tradicionales (amarillas) por bombillas de tecnología led también se considera un avance para la seguridad vial. Además, se instalaron bandas reductoras de velocidad y cojines berlineses en las proximidades de los pasos de peatones más conflictivos: y, en algunos de ellos (en La Corredoria y Ventanielles), se instalaron modernos sistemas de iluminación dinámica y detección de peatones.

Por último, el Ayuntamiento diseñó actuaciones dirigidas a los conductores: se incrementaron los controles preventivos de alcoholemia y los controles de velocidad, mediante la utilización de radares móviles.

"La puesta en marcha de estas medidas de intervención en crisis arrojan unos resultados esperanzadores. Durante los años 2014, 2015 y lo que va de 2016 no hubo ningún atropello con víctimas mortales. Es fundamental la continuidad de las políticas de prevención y de formación para reducir este tipo de accidentes, poniendo un especial énfasis en los mayores de sesenta años", aseguran desde el área de Seguridad Ciudadana, que apuesta por complementar sus campañas con las de la Dirección General de Tráfico.

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