Los ovetenses que viven en la zona rural del concejo llevan tiempo "sufriendo" los daños que provocan los jabalíes y exigen "el mismo trato" que los habitantes del núcleo urbano para solucionar el problema. "Aquí también corremos peligro y estamos invadidos por los jabalíes, también tenemos niños y hay carreteras en las que se pueden producir accidentes. Encima por la noche no tenemos ni luz", denuncia Fidel Fernández Areces, el presidente de la Asociación de Vecinos y Amigos "El Charcón de Lubrío".

Pero el riesgo no es lo único que preocupa en los pueblos de la falda del Naranco. "Una vecina, Beatriz Álvarez, plantó este año fabes en una parcela de 3.000 metros y se lo arrancaron todo. Suele sacar unos 200 kilos de fabes a doce euros el kilo, con lo que sólo hay que hacer cálculos para saber lo que ha perdido", explica Fernández Areces. El representante vecinal asegura que los responsables del coto de caza de Llanera -que son los que se encargan de asumir los daños causados por los animales- pagan "una miseria" cuando "hay mucha gente en los pueblos que vive de la agricultura".

Fidel Fernández Areces considera que los jabalíes "están demasiado protegidos" y que el problema de la "superpoblación" se solucionaría con menos controles. "Hay que regularizar las batidas. Cuando yo era más joven se mataban jabalíes y la especie no sufrió ninguna merma, al contrario", afirma Fernández Areces. En el caso de que esas medidas sigan sin aplicarse, "deberían de pagar los daños como de verdad nos merecemos". Según Fidel Fernández, "todos los Gobiernos dicen querer mucho al campo pero ninguno mira para él".