"Es que si quieres venir al centro en autobús, Uría es el verdadero centro", aseguraba Ana Blanco, acompañada de su hija África Jáudenes, casi con un pie dentro del transporte público. El autobús manejado por David Pérez estaba a punto de partir, pero al conductor de TUA le dio tiempo a hacer un balance de la mañana. "No hemos tenido ningún problema, hemos vuelto a adaptarnos a las rutas de siempre y todo está marchando perfectamente, todos contentos. Eso sí, me estoy dando cuenta de que hay más viajeros que otros días anteriores", dijo Pérez antes de cerrar las puertas.

El trubieco Armando Arango también es usuario habitual de los autobuses urbanos. Ayer estaba encantado con la reapertura al tráfico del tramo de la calle Uría. "Es un gusto poder apearse aquí, justo en el centro de Oviedo. Estos meses atrás el autobús daba muchas vueltas y era bastante peor para los viajeros, aunque no quedaba otro remedio después de lo que pasó", afirma. El impulso que supuso la reapertura también le vino bien a Juan Antonio Martínez, vendedor de la ONCE. "Sólo con las personas que se bajan del autobús ya casi se hace el día. No es lo mismo que hasta ahora porque el flujo de personas viene en transporte urbano. Estoy muy contento, la verdad", explica al tiempo que vende otro boleto a un cliente.

Enrique García aparcó ayer su furgoneta justo frente al edificio que resultó quemado en el incendio del pasado día 7 de abril. Es repartidor de mensajería y no podía acercarse tanto a su destino desde hace tiempo. "Así es mucho más fácil trabajar, aunque la verdad es que los municipales se portaron bastante bien durante este tiempo y nos dejaban estacionar lo más cerca posible", asegura. Lo mismo piensa John Lleurena, que también es repartidor, aunque va en moto. "Yo estoy encantado con que hayan abierto la calle", subraya.