"Convertir la memoria en un bien tangible, en una herramienta contra la injusticia y la desigualdad" es lo que pretende la exposición "Indalecio Prieto: la razón en marcha", que desde ayer y hasta el 24 de julio ocupa la plaza de Trascorrales. Su inauguración, ayer al mediodía y tras cuatro años de vicisitudes, atrajo a caras muy conocidas entre la militancia socialista y de izquierdas en Asturias, entre ellos la diputada Adriana Lastra. Nicolás Redondo, el histórico secretario general de la UGT y presidente de honor de la Fundación Indalecio Prieto, también viajó hasta Oviedo, a sus 89 años, para estar en ella.

La reflexión inicial sobre el valor del pasado es del consejero de Educación, Genaro Alonso, uno de los que tomaron la palabra durante el acto. También lo hizo el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, que empezó proclamando que "hoy vuelve Indalecio Prieto a Oviedo". Lo definió como "un hombre poliédrico e irrepetible". "No se puede mirar siempre hacia el pasado", dijo, pero también reconoció que recurriendo al legado de quien fue ministro de la II República y presidente del PSOE es posible "curar la tremenda desafección que buena parte de la población siente por la política".

La directora del Archivo Histórico de Asturias, Concepción Paredes, y Ángel Argüelles, de la misma institución, han comisariado la exposición. Paredes habló del esfuerzo por "mostrar a la ciudadanía un pasado no muy lejano" y por "dar a conocer al personaje y el devenir histórico".

La exposición contiene documentos como el acta de constitución de la República de 1931, partes de guerra y telegramas, correspondencia personal y artículos publicados en prensa; junto a ellos hay objetos como la boina, las carteras de Prieto e incluso el batín con el que Prieto recibió a los milicianos españoles en su exilio en México. También hay armas utilizadas en la Revolución del 34 y la Guerra Civil, cedidas por la Delegación del Gobierno en Asturias y el Museo del Ejército, y obras de arte (varias de Sebastián Miranda, gran amigo del político, y dos retratos de Vázquez Díaz y Arteta).

Sobre la infancia ovetense de Indalecio Prieto habló largo y tendido Alonso Puerta, presidente de la Fundación Indalecio Prieto. Manifestó que para él supone "una alegría inmensa este momento de recuperación de Indalecio Prieto en Oviedo" e hizo reparar a los asistentes al acto que estaban reunidos en el barrio en el que había crecido. "Nació en la calle Magdalena, su padre era interventor municipal y su tío jefe de la Policía", contó, y siguió con la muerte de su progenitor, cuando Prieto solo tenía seis años. Puerta repaso de las distintas facetas en las que destacó Indalecio Prieto, entre ellas la de periodista. Empezó como taquígrafo, para ganarse la vida, y acabó siendo "un creador de opinión".

La vocación política alejó a Prieto de su Oviedo, pero él siempre se sintió de la tierra, según Puerta. El restaurante que abrió en México, en el exilio, llevaba el nombre de "Asturias" y un folleto en una de las vitrinas de Trascorrales lo atestigua.

Entre los asistentes al acto de apertura de la exposición sobre Indalecio Prieto estuvieron el presidente de la Fundación Municipal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, y concejales de los tres grupos del gobierno local.