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Mi cole en verano

El patio, más de recreo que nunca

La Ería, Buenavista II, Lorenzo Novo Mier, Maestro Jaime Borrás, Corredoria II, Veneranda Manzano y Parque Infantil abren en verano "sin libros ni obligaciones"

Un grupo de niños juega a los bolos con botellas de leche recicladas. Laura Caraduje

Sofía Fernández dice que tiene dos colegios, el Nazaret y La Ería. Al primero asiste durante el curso y al segundo sólo va durante unos días del verano. Esta pequeña de cinco años es una de los 5.894 niños inscritos en el programa de conciliación de la vida laboral y familiar que ha puesto en marcha el Ayuntamiento durante once semanas, desde la última de junio hasta la primera de septiembre.

Los siete colegios que ofrecen las actividades son: Buenavista II, La Ería, Lorenzo Novo Mier, Maestro Jaime Borrás (el antiguo Guillén Lafuerza), Parque Infantil, Poeta Ángel González (Corredoria II) y Veneranda Manzano. Y en cuanto al número de matriculas, el colegio de La Corredoria es el que más ha tramitado, al tener 1.812 niños. Mientras que el Parque Infantil (en el Naranco) es el minoritario con 186 críos.

Además, en esta ocasión se ha quintuplicado el número con respecto a 2015 porque la Concejalía de Educación ha ofrecido el servicio durante seis semanas más. Si antes los padres sólo podían llevar a sus hijos durante la última semana de junio y el mes de julio, ahora pueden hacerlo hasta unos días antes de que comience el nuevo curso. Para la edil de Educación, Mercedes González, la apertura de los colegios en agosto era una demanda de primer orden: "La realidad social ha ido cambiando y el Ayuntamiento no podía dar la espalda a las familias. Las cifras lo respaldan". La concejala comprobó en persona el funcionamiento de las actividades al acudir el segundo día de su puesta en marcha al colegio de La Ería.

Allí, los monitores -que pertenecen a la empresa Motiva Actividades- estaban en plena faena, unos con los del ciclo de Primaria y otros con los chiquitines de Infantil. Ramsés del Valle, de 24 años, ha sido monitor en Noreña y Oviedo desde 2014 y cree que la motivación es fundamental. "Hay chavales que por el trabajo de sus padres se tiran aquí todo el verano, así es que es muy importante mantenerles alerta y programar buenas actividades".

Los siete centros ofrecen talleres de manualidades, pintura, deporte o lectura. En el ciclo infantil hay un profesional por cada quince niños y en Primaria, uno para cada veinte. En el caso de alumnos con necesidades especiales, el Ayuntamiento establece que un monitor se haga cargo de cuatro niños. "Lo deseable es que los padres pudiesen compartir más tiempo con sus hijos, por lo que la administración pública y las empresas tienen la tarea pendiente de conseguirlo", comenta la concejala de Educación.

Del total de los inscritos en los colegios de verano, 4.019 niños disfrutarán de servicio de comedor y 2.421 lo harán gracias a una beca. La cifra es baja en algunos colegios, pero González asegura que el Ayuntamiento mantendrá el servicio "aunque haya pocos niños". Por ejemplo, en el Parque Infantil, en el Naranco, hay un total de 163 chavales apuntados al comedor a lo largo de las once semanas del programa estival, mientras que en el lado opuesto, hay 1.265 en el Poeta Ángel González de la Corredoria. Así, habrá comedores con dos o tres comensales en una semana, y otros que casi llegarán a los cincuenta.

Muchos padres optan por una solución práctica y al alcance de su bolsillo para los niños, en lugar de apuntarlos a un costoso campamento de vacaciones, de manera que optan por los colegios abiertos en verano. La media de edad de los progenitores es de 40 años y en la mayoría de los casos la edad de sus padres supera los 70 o ya han fallecido. Por tanto, la maternidad tardía dispara la matrícula cada año.

El Ayuntamiento ha destinado 150.000 euros a este plan.

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