Junto a la Ronda Sur, las malas hierbas crecen en el camino que lleva al túnel por el que transcurre la ampliación de la Senda Verde. Es el antiguo paso subterráneo de la línea férrea de la ciudad, que unirá para peatones los barrios de Otero y Santo Domingo con el Parque de Invierno para conectar entonces con la ruta peatonal que lleva hasta Fuso de la Reina. Era una de las obras estrella de la anterior Corporación, la de Agustín Iglesias Caunedo, y detener su avance fue una de las primeras decisiones de Wenceslao López, en junio del año pasado, a los pocos días de que el socialista tomase posesión como Alcalde. Con Santo Domingo y Otero, El Campillín, Villafría y otras zonas colindantes aguardan la apertura del túnel para tener vía libre hacia uno de los pulmones de la ciudad. Unos 15.000 vecinos tendrían esa salida expedita en el momento en que la obra esté terminada.
La intención del Ayuntamiento es retomar los trabajos cuanto antes. Pero Ana Rivas (PSOE), edil de Infraestructuras, no compromete plazos: "Es una zona de mucho tránsito y lo ideal sería iniciar la obra cuanto antes para que al menos no se viesen afectados los transportes escolares, pero no me atrevo a poner fechas. El proyecto todavía se está tramitando y, como andamos escasos de personal, las cosas van demasiado lentas". Después de más de un año, una obra de 661.000 euros está parada a la espera de una modificación en el proyecto que no supondrá más de 20.000 euros, según la concejala.
Se trata de la colocación de un "sistema de rampas" en el puente de la calle San Melchor García Sampedro -que pasa sobre la Ronda Sur y une Santo Domingo y Otero- con el fin de permitir el tránsito de peatones por la zona durante la nueva obra. Consiste en perforar la estructura del puente en su parte lateral para situar allí el punto de partida de la ampliación de la Senda Verde.
Por el momento, no hay una fecha para el inicio de los trabajos, que durarán al menos un mes y obligarán a cortar el tráfico en el puente.
Para construir el paso a través de la base del puente de la calle San Melchor García Sampedro es necesario "destapar" parte de la infraestructura y colocar "una especie de caja" que permitirá el paso de peatones y bicicletas desde la parte baja de Carlos Asensio Bretones hasta el tramo de senda que ya se ha habilitado al otro lado del puente, un camino asfaltado e iluminado que enlaza con la antigua caja del ferrocarril del Vasco a través de otro túnel en forma de "L". "Las rampas servirán para que los peatones no tengan que modificar sus trayectos. Si se viene de Otero permitirán bajar a la calle Carlos Asensio Bretones salvando las obras y cruzar al otro lado. Si se camina en el otro sentido será lo mismo pero al revés", explica Rivas.
El sistema de rampas para permitir el paso peatonal mientras duran los trabajo no supondrá una inversión "destacable", según Ana Rivas. "Son algo más de 20.000 euros y se colocará con andamiaje, pero con ese dinero también se habilitará una especie de barrera para mejorar la seguridad en la rampa que da acceso a la entrada del túnel desde Otero y San Lázaro".
El trazado de la ampliación de la senda verde ha sufrido una serie de recortes en los últimos años. En un principio la idea era que el camino comenzase a la altura del Campo de Los Patos y enlazase con la antigua caja del Vasco para atravesar el Parque de Invierno en dirección a Fuso de la Reina, pero con la llegada al gobierno del tripartito (Somos, IU y PSOE) esas pretensiones quedaron desechadas.
A continuación, se pensó en fijar el inicio de la ruta a la entrada de la parte baja de la calle Carlos Asensio Bretones (aún hay un tramo de la acera pintado de verde) y que el trazado se fundiese con el ya habilitado al otro lado del puente de San Melchor García Sampedro a través de un paso que discurre muy cerca de la carretera -justo bajo el puente, casi en el arcén de la Ronda Sur-, pero las quejas vecinales por un lado y los riesgos que suponía el paso por el otro acabaron por dar al traste con la iniciativa.
El paso que marcará ahora el inicio de la senda también está muy cerca de la carretera, pero es "mucho más seguro". El Ayuntamiento se ha visto obligado a "pinchar" el puente en ese punto y a construir el paso subterráneo que enlaza con el antiguo trazado del Vasco -una obra que se llevó la mayor parte de los 661.740 euros en los que inicialmente se cerró el proyecto de ampliación de la senda- porque en esa zona existe una parcela privada que impedía la conexión directa con antiguo túnel ferroviario. "La finca era municipal pero hubo un equipo de Gobierno anterior que la vendió a un constructor. La obra que se va a hacer ahora no supone un incremento del gasto porque lo que se ha hecho ha sido modificar el proyecto inicial, que era más amplio", explica Ana Rivas.
Mientras, los vecinos reclaman una solución. "Llevamos años esperando. Se han gastado un montón de dinero y las cosas siguen igual porque todo lo nuevo está parado.", explica Francisco Gutiérrez. César González vive en Carlos Asensio Bretones y piensa que el retraso "es una vergüenza". Según sostiene, con la construcción de la galería que enlaza con el antiguo túnel del ferrocarril "se enterró el dinero". A las puestas de ese paso, cerrado con verjas, González pide celeridad. Otro vecino de la calle Carlos Asensio Bretones, Carlos González, también se expresa en la misma línea. "Es necesario que se reactive en el mínimo tiempo posible", asegura. A él le parece mejor que la senda comience ahora bajo el puente de San Melchor García Sampedro y no en su calle, como se había previsto anteriormente. "A mí no me molesta. Hubo vecinos que se quejaron porque las bicicletas iban a estar siempre frente a sus casas y pensaban que iban a existir problemas con el tráfico, pero yo no pienso así. No obstante, considero que está mejor así". Carlos González considera también "fundamental" que se limpie la parcela privada que hay en la zona. "Hay pocos sitios tan llenos de maleza y tan descuidados en el centro de Oviedo. Hay que darse cuenta de que estamos a menos de 300 metros de la Catedral y esto no puede estar así", subraya.
