El hostelero Ubaldo García, propietario del popular bar y restaurante La Paloma, falleció ayer en su pueblo natal, Mallecina (Salas), a la edad de 84 años.

Con él se va una parte importante de la mejor historia de la hostelería ovetense, un clásico. La noticia de su muerte corrió ayer como un reguero de pólvora por Oviedo, donde era tan querido como respetado tanto por hosteleros como por todas las personas que tuvieron la suerte de conocerlo.

Su hija Carmen, que había cogido el testigo de La Paloma cuando su padre se jubiló a la edad de 75 años, contaba ayer desolada cómo le sobrevino la muerte al emblemático hostelero. Cayó fulminado ayer, hacia las seis menos cuarto de la tarde, al ponerse en pie con la idea de prepararse una infusión. Estaban en la cocina. Ubaldo no se encontraba del todo bien desde el sábado pasado. Empezó a sentir fuertes dolores en la zona lumbar cuando asistía en Cudillero a la boda de una de sus sobrinas, pero nada hacía pensar en el fatal desenlace.

"En los últimos años de su vida nos comentaba que le tocaba vivir otra etapa, y lo asumía con naturalidad, igual que cuando nos decía que estaba ya en la recta final", explicó ayer su hija Carmen a este periódico.

Decir Ubaldo es decir La Paloma, donde comenzó a trabajar como aprendiz en 1947, con sólo 14 años, en el antiguo local de la calle Argüelles. Allí fue donde conoció a Orfelina Menéndez, que años más tarde se convertiría en su esposa y con la que tuvo cuatro hijos: María Amparo, María Isabel, María del Carmen y Oswaldo.

En el año 1957 el emprendedor Ubaldo se hizo cargo del bar de la Casa Sindical y, en 1976, tras comprar los derechos a los antiguos propietarios, abrió la actual La Paloma en la calle Independencia, hasta convertirse en el "rey del vermú" en Oviedo.

Como profesional comprometido con su profesión, fue presidente de la patronal hostelera desde 1976 a 1985, un periodo que vivió con entusiasmo ya que el sector estaba en fase de expansión y cambio, una época, en definitiva, que fue importante y a la vez difícil. A última hora de ayer, el cuerpo de Ubaldo fue conducido al tanatorio de San Salvador, en Oviedo, donde permanecerá la jornada de hoy. El funeral se celebrará mañana en Mallecina, a las cinco de la tarde, y el lunes, a mediodía, se oficiará una misa por su eterno descanso en el Corazón de María, en Oviedo.