"Se lo había dicho: 'Karla, no vuelvas con él. No parará hasta que te quite al niño o hasta que te mate'". La advertencia de su amiga de Oviedo, la que la acogió cuando regresó a Asturias sola desde Ecuador, no le sirvió a Karla Belén Pérez Morales para escapar de las garras de la muerte. A pesar de que su expareja le había agredido "en unas cuantas ocasiones", aunque el marroquí Abdelwahid Aghbalou tenía una orden de alejamiento y había sido expulsado de España por golpearla cuando vivían juntos en un piso de Ciudad Naranco, la joven de 22 años accedió a verlo en Melilla, una decisión que le costó la vida. Según confesó el propio asesino, mantuvieron una fuerte discusión junto a las casetas de la playa de La Hípica, en la ciudad autónoma, y él la estranguló, la asfixió hasta matarla. Los investigadores que llevan el caso creen que el hijo de la pareja (E. A.), que tiene un año, estaba presente cuando Abdelwahid Aghbalou, de 34 años, convirtió a su madre en una nueva víctima de una epidemia llamada violencia de género, la tercera relacionada con Asturias en lo que va de año. Después de cometer el crimen, el marroquí se entregó en la comisaría de la Policía Nacional y lo contó todo. Llevaba al niño en brazos.

Karla Belén Pérez Morales llegó a Oviedo a la edad de cinco años con su familia. Estuvo residiendo en la capital del Principado hasta que cumplió los 17, cuando sus padres decidieron regresar a Ecuador. Ella no quería, ya tenía su vida montada en Asturias, pero tuvo que asumir la decisión. "Sólo estuvo allí un año, no se adaptaba y regresó a Oviedo al cumplir la mayoría de edad", señala su amiga, que relata la historia entre lágrimas y prefiere mantenerse en el anonimato. Cuando volvió a la capital asturiana estaba sola, su familia se había quedado en su país y estuvo unos meses en casa de su compatriota. "La ayudé todo lo que pude, no tenía a nadie y yo traté de hacer que se sintiese bien. Sólo tenía un hermano en Córdoba", explica.

Después apareció en su vida el marroquí que a la larga iba a matarla. "Se conocieron en Oviedo. Venía con ella a mi casa y durante un tiempo que estuvo fuera aproveché para decirle a Karla que las cosas no podían seguir así, que mi casa no era un hotel y que no podía estar allí con aquel hombre que no me gustaba nada". La joven encontró trabajo y se fue de la casa. "Ahí le perdí un poco la pista, creo que fue cuando se fueron a vivir juntos a Ciudad Naranco, me parece que a un piso de la calle Montes del Sueve", señala la amiga de la fallecida. Pero tiempo más tarde la pareja tuvo un niño y volvió el acercamiento. "Un día llegó con una mano rota y me dijo que se había caído jugando con el niño, pero no me lo creí. Sabía que la maltrataba", dice la mujer. Esa fue la primera vez, pero hubo más ocasiones y la joven decidió acudir a la Policía para presentar una denuncia animada por su amiga. A raíz de esos hechos el hombre fue condenado -en una sentencia de conformidad dictada el pasado mes de abril- por un delito de lesiones y otro de amenazas contra la fallecida. Esta decisión judicial llevaba consigo la prohibición para Abdelwahid Aghbalou de entrar en España hasta abril de 2021, por lo que el domingo, cuando mató a Karla Belén Pérez Morales, estaba incumpliendo la sentencia.

Fuentes del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Oviedo y del Tribunal Superior de Justicia de Asturias explicaron ayer que la fallecida llevó a cabo "muy recientemente" trámites para poder viajar con el menor a Ecuador "en un breve espacio de tiempo", ya que supuestamente no tenía intención de mantener contactos con su expareja. Según las mismas fuentes, "hace aproximadamente un mes se le concedió la autorización judicial para poder expedir sin el consentimiento paterno documentos para el bebé". Además, "la semana pasada, se celebró un juicio verbal por medidas del menor, que está aun pendiente de sentencia, y en el que ella solicitaba la guardia y custodia y alimentos del bebé así como la suspensión al padre de la patria potestad".

Pero según explica la amiga de la fallecida, Abdelwahid Aghbalou estaba "tratando de volver a conquistarla". Llevaban un tiempo comunicándose a través de las redes sociales y el la convenció para que fuese a Melilla con el niño, con la intención de llevarlo a Marruecos y que conociese a su familia. Pero las cosas se torcieron y la asesinó. "Fue una venganza porque a raíz de la denuncia de Karla lo deportaron. Estoy segura", afirma la mujer. El cadáver de Karla Belén Pérez Morales, que tenía previsto regresar ayer a Oviedo, fue encontrado cerca de la caseta de la playa de La Hípica sobre las 7.50 horas del domingo por un ciudadano que estaba haciendo deporte por el dique sur de la ciudad.