Los suricatos "Tyson" y "Lola" son los nuevos habitantes del núcleo zoológico "El Bosque". Estos mamíferos, primos de las mangostas, se mudaron de un piso en Brunete (Madrid) a un terreno en San Esteban de las Cruces después de que el matrimonio que los compró a un criador hace un año y medio por internet se diese cuenta de que no estaban hechos para vivir entre cuatro paredes.

Y es que la pareja "se pasa el día escarbando, busca insectos porque es su base alimenticia y es muy activa, así que no puede quedarse suelta en una vivienda sin control". Gonzalo Rubio, cuidador de "El Bosque", está aliviado porque los suricatos hayan pasado a formar parte de la nómina de animales rescatados del núcleo zoológico. "Cada vez está de moda un animal, ahora le ha tocado al suricato. Antes eran cobayas o chinchillas. Debemos concienciar al público de que los animales exóticos, en su gran mayoría, no son aptos para pisos".

Precisamente Rubio se reunió ayer con el concejal de Turismo, Rubén Rosón, para analizar una posible colaboración entre el núcleo zoológico y el Ayuntamiento. La intención del edil es que las visitas a las instalaciones de San Esteban de las Cruces se incluyan en las actividades extraescolares coordinadas por el municipio con el objetivo de publicitar la ciudad y convertir la fauna y flora del recinto en un atractivo turístico. Según el cuidador de El Bosque", "sólo este año han pasado por el zoo unos 1.700 niños procedentes de toda Asturias".

"El Bosque" se ha hecho cargo en más ocasiones de animales salvajes jóvenes, en su mayoría víctimas de accidentes, para contribuir a su regreso a la naturaleza. Desde que abrió sus puertas en 2008, el centro ha ayudado a 75 de ellos, desde águilas a otro tipo de aves. Hay más de 150 animales de los cinco continentes y 300 especies de plantas, y se ha convertido en una visita obligada para pequeños y adultos en su tiempo libre deseosos de ver a canguros, macacos, cacatúas, búhos, iguanas, ciervos, pavos reales, o ahora suricatos, entre otros.