El informe elaborado por el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales sobre el accidente en el que perdió la vida Eloy Palacio -el bombero que falleció el pasado 7 de abril durante las labores de extinción del incendio que arrasó el número 58 de Uría y afectó gravemente a otro inmueble de la calle Melquíades Álvarez- concluye que "es muy probable" que la gravedad de las lesiones que acabaron con la vida del trabajador hubiese sido "similar" si éste y su compañero Juan Carlos Fernández, también herido, hubiesen estado anclados a la plataforma de la que se bajaron para apagar el fuego desde la estructura del edificio. "En estas circunstancias disponer de algún sistema de protección colectiva se considera inviable y la utilización de un equipo de protección individual anticaídas anclado a la cesta u otro punto resistente, aunque es verdad que hubiese retenido la caída, el hecho de precipitarse hacia el interior del edificio junto con gran cantidad de materiales hace muy probable que hubiera descendido la posibilidad de aminorar la gravedad de las lesiones sufridas por ambos trabajadores", recoge el escrito, que fue remitido ayer a los diferentes abogados personados en la causa.

El Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales reconoce que a lo largo de la investigación realizada para elaborar el informe se detectaron "fallos" que se produjeron aquella jornada el Uría. Tras haber entrevistado a los mandos, a los bomberos que estuvieron ese día trabajando y al propio Juan Carlos Fernández, quedó probado que ese día hubo fallos en el sistema de comunicación por radio, como ocurre "con bastante frecuencia", y que el brazo articulado con el que los accidentados subieron al tejado también empezó a dar problemas "y fuertes sacudidas" cuando se encontraban trabajando, pero esas circunstancias, "que deben ser corregidas", no se pueden "considerar como causas del accidente". Según el informe, la causa de la muerte de Eloy Palacio tiene que ver con que cayó "desde una altura aproximada de 18 metros sobre restos previamente desprendidos que alcanzaban la primera planta".

El documento elaborado por el Instituto Asturiano de Riesgos Laborales también refleja que Eloy Palacio y su compañero Juan Carlos Fernández se quedaron en varias ocasiones "sin abastecimiento de agua" cuando se encontraban en plena lucha contra el fuego que se llevó por delante la vida del primero de ellos.