El exjefe de la Policía Local de Oviedo, Agustín de Luis, ha ingresado a las cuatro y media de esta tarde en la prisión de Villabona.

De Luis se había entregado a la Guardia Civil en Salinas para ingresar en prisiónDe Luis. De Luis bajó de su piso voluntariamente, por lo que no ha sido necesaria la intervencion policial.

Los agentes le han llevado al cuartel de Piedras Blancas, a la espera de su traslado en un vehículo policial a la prisión asturiana, donde debe cumplir una pena de dos años y siete meses de cárcel por paralizar un atestado. A las cuatro y media ha llegado al centro penitenciario.

El Tribunal Supremo confirmó a finales de junio la sentencia de la Audiencia Provincial que condenaba al exjefe de la Policía Local, Agustín de Luis, a dos años y siete meses de prisión, al pago de una multa de 4.320 euros, e inhabilitación especial para empleo o cargo público durante cinco años por ocultar el atestado de un atropello con resultado positivo en alcoholemia hace cuatro años en el Cristo. El alto tribunal desestimó así el recurso que interpuso De Luis contra el fallo que la Audiencia dictó en noviembre de 2015 y mantenía la pena, aunque estima una parte técnica.

En concreto, acusaba a De Luis de un delito de "infidelidad en la custodia de documentos" y "omisión del deber de perseguir delitos" pero le liberaba del de "encubrimiento" ya que entiende que "debe quedar comprendido en el de omisión de perseguir delitos".

Durante el juicio del año pasado, que duró dos días y en el que se personó el sindicato policial Sipla como acusación particular representado por la letrada Rebeca García, De Luis aseguró que decidió anular el atestado y convertirlo en una "diligencia de prevención" tras consultarlo legalmente con el anterior fiscal superior de Asturias, Gerardo Herrero (fallecido en 2013) y obtener su consentimiento. Además, el exjefe de la Policía Local negó conocer al conductor al que supuestamente había favorecido (un conocido empresario del sector hostelero en Oviedo). A su declaración siguieron las de una decena de testigos, la mayoría agentes y mandos de la Policía Local de Oviedo