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"Por cuatro agujeros en el suelo, no tenemos fiestas", claman los vecinos de Latores

Las celebraciones de la localidad son canceladas tras la multa impuesta por el Ayuntamiento por clavar la carpa al terreno

"Por cuatro agujeros en el suelo, no tenemos fiestas", claman los vecinos de Latores IRMA COLLÍN

Tras la cancelación de las fiestas del pueblo, por los agujeros en el suelo que dejo como herencia la fiesta del pasado año, los vecinos de Latores no pueden ocultar su enfado. "No es lógico, que por cuatro agujeros en el suelo nos quedemos sin fiestas. Para nosotros es una noticia desoladora", dice Martín Riestra, uno de los afectados por la suspensión del evento.

El Ayuntamiento se ha mostrado inflexible con la organización de los festejos de la localidad, imponiendo la colocación de unos bloques de hormigón como sujeción de la carpa, negándose a aceptar la posibilidad de clavarla al suelo, motivo por el cual la organización fue multada el pasado año. Esta nueva normativa supone un coste económico inasumible para la asociación de festejos. "Las condiciones que nos ha hecho llegar el Ayuntamiento son imposibles de cumplir para una fiesta tan pequeña. Esto no es comparable a las fiestas de los barrios de Oviedo", explica contrariada María Fernández, uno de los miembros de la comisión de festejos de Latores.

Después de las declaraciones que hizo ayer a este periódico el concejal de cultura Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", en las que señalaba la necesidad de respetar los estudios realizados por los ingenieros municipales, la asociación vecinal ha señalado que su voluntad no es entrar en conflicto con el consistorio ovetense. "No tenemos nada contra Rivi, y no queremos entrar en una pelea con el Ayuntamiento, ya que llevaríamos las de perder. Solo peleamos por lo nuestro", afirma María Fernández. Si Rivi ponía de manifiesto la necesidad de obedecer a los expertos, Lidia Niño, arquitecta que ha validado la seguridad de la carpa de las fiestas de Latores, respondía contundentemente. "Clavar la carpa como hemos hecho aquí es un método infinitamente más seguro que lo que ellos proponen", señala Niño, que junto a los organizadores ha presentado una denuncia por vía administrativa.

"Yo nunca me haría responsable de una instalación realizada bajo los pretextos que impone el Ayuntamiento. Es una barbaridad, el viento se la llevaría fácilmente", relata Niño, mostrando la certificación de seguridad de la instalación que los organizadores de las fiestas de Latores utilizaron el año pasado. "En las fiestas de algunos barrios de Oviedo he llegado a ver bloques de hormigón semihuecos, que se rellenaban con agua. Teniendo eso en cuenta, es una vergüenza que desautoricen nuestra instalación", añade Niño. Con la confusión que ha causado la anulación de la fiesta, los vecinos viven en el desconocimiento de todo lo ocurrido. "Nos acabamos de enterar de la cancelación. Nos ha dejado fríos, es algo desastroso", afirma Luis Aurelio Alvarez, vecino de Latores. Tras la amarga noticia, las reivindicaciones entre los residentes no se hicieron esperar. "El Ayuntamiento no mira para el pueblo nada más que para recaudar. Hace 20 años prometieron un autobús que llegara hasta aquí, y seguimos sin él", sentencia María Muiña mientras come con su familia en un chigre de la localidad.

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