El agua ha echado a perder decenas de libros y mobiliario de la biblioteca del Baudilio Arce al entrar a borbotones el miércoles por la tarde en el centro tras la rotura de una tubería de la red general en la avenida Hermanos Menéndez Pidal, a escasos metros del colegio. La inundación afectó sobre todo a la planta baja del edificio principal, donde no sólo está la biblioteca, sino también el aulario infantil que ahora luce un estropeado suelo de parqué. El agua entró en el inmueble desde el patio cubierto, donde llegó a alcanzar el medio metro. Y una vez en el interior, llegó a los treinta o cuarenta centímetros.

La Concejalía de Educación, liderada por Mercedes Fernández (Somos) y sus homólogos en el Principado se encargarán de la reparación de los desperfectos. Así, el Ayuntamiento asumirá el reemplazo del parqué y la pintura de las paredes, mientras que el Gobierno regional reponerá el mobiliario y el material de la biblioteca y las aulas. El personal docente del Baudilio Arce está de vacaciones, pero la directora acudió a primera hora de la mañana de ayer para comprobar el estado del colegio y hacer un pre-inventario antes de reunirse con la edil de Educación. Mercedes Fernández aseguró que las obras empezarán lo antes posible para que el aulario infantil esté listo en septiembre. En caso de que no sea así, el centro impartirá clase a los más pequeños en zonas comunes.

El colegio ha perdido buena parte del mobiliario de la planta baja y los libros que estaban colocados en los primeros estantes de la biblioteca, considerada como el corazón del centro y que cuenta con centenares de ejemplares consultados diariamente por sus más de 440 alumnos.

Los técnicos de Aqualia (la empresa que gestiona el suministro de agua en Oviedo) trabajaron dos días seguidos en dentro y fuera del colegio. La primera jornada fue para reparar la avería en una tubería de 200 milímetros de diámetro. Y la segunda (ayer por la mañana), para limpiar y adecentar el centro educativo, en el que han colocado deshumidificadores para acelerar el proceso de secado. Los bomberos de Oviedo, la Policía Local y Aqualia se coordinaron el día de la inundación para desaguar. Los agentes municipales llegaron a las 16.30 horas y se marcharon dos horas después tras achicar la mayor parte del agua. Los técnicos cortaron el suministro temporalmente para facilitar el trabajo y limpiaron varias arquetas del entorno, llenas de ramas y hojas, con el objetivo de acelerar el proceso de evacuación. Además, la avería obligó a dejar sin agua transitoriamente a los portales impares de la Hermanos Menéndez Pidal. El servicio está restablecido.