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Nuevas denuncias en Pumarín elevan a más de treinta los robos de los "rompellaves"

Vecinos de la calle Rodríguez Cabezas que estaban de vacaciones alertan a la Policía de que también han sido víctimas de los ladrones

Uno de los barrios del "Bumping". IRMA COLLÍN

La Jefatura Superior de Policía investiga más robos a cargo de los "rompellaves", tras recibir en los dos últimos días nuevas denuncias de ovetenses que están regresando a casa de sus vacaciones y encontrándose con sus hogares desvalijados. Las últimas denuncias formalizadas corresponden a la calle Rodríguez Cabezas, en la zona de Pumarín, donde la Policía Nacional ya revisó varios edificios a principios del pasado mes de agosto. Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA en sus páginas de ayer, también se están investigando más robos en la calle Menéndez Pelayo de Ciudad Naranco, después de que el hijo de un ovetense de vacaciones revisase la vivienda comprobando que, tal y como temía su padre, también les habían robado.

A principios de mes ya se tuvo conocimiento de que la banda especializada en asaltar viviendas con el método "bumping" -un sistema que revienta la cerradura de la puerta sin dejar marcas- había estado actuando en la calle Rodríguez Cabezas y Fray Ceferino, aprovechando que los inquilinos se encontraban de vacaciones. Es en esa misma zona donde se producen ahora nuevas denuncias, por lo que la Policía Nacional relaciona los hechos y los atribuye a la misma banda, aunque sea ahora cuando se descubre. El botín, como ya ha ocurrido en otros casos, se ha centrado en obtener joyas, dinero y todo tipo de metales preciosos (fundamentalmente oro y plata) ya que tienen fácil salida en el mercado negro.

Aunque de forma oficial no han trascendido datos exactos del número de viviendas asaltadas por la banda de los "rompellaves", la suma del rosario de denuncias que han ido trascendiendo ronda la treintena en barrios como Ciudad Naranco, Pumarín, Las Campas, Vallobín o La Corredoria. La Policía trabaja con la hipótesis de que, detrás de estos robos, se encuentra un grupo itinerante que opera en todo el territorio nacional y que eligió Oviedo para asaltar viviendas a finales del mes de julio. De este modo, los investigadores no descartan que el "goteo" de denuncias se siga produciendo.

La banda utiliza una sofisticada técnica que consiste en forzar las cerraduras sin dejar huellas y que trae de cabeza a las fuerzas y cuerpos de seguridad en todo el país. "Está aumentando mucho, no solo aquí", aseguraron fuentes policiales en conversación con este periódico. En todos los bloques de viviendas afectados la Policía recogió numerosos testigos de plástico transparente, unas pequeñas marcas de tamaño inferior a una uña, que los cacos colocan entre la puerta y el marco para comprobar si hay gente en casa. Previamente acceden a los edificios con la excusa de prestar algún tipo de servicio (telefonía, gas o correo) y que una vez dentro (siempre usando las escaleras) recorren las diferentes plantas dejando los testigos en las puertas. Horas después regresan para entrar a robar solo en los pisos en los que el testigo continúa en su lugar, señal de que nadie ha entrado o salido del piso.

La técnica "bumping" (rebote en castellano) tiene su origen en el trabajo de los cerrajeros de Dinamarca de los años setenta, aunque no comenzó a emplearse como sistema de robo hasta hace unos años. El método consiste en insertar una llave "maestra" en la cerradura y golpearla con un objeto hasta liberar el giro.

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