Legislación autonómica obligará al pescador a sacrificar los ejemplares invasores que piquen sus anzuelos; para ello editará un prontuario de fauna acuática exótica y colonizadora en busca y captura con la prohibición tajante de devolverla al agua; se abre la veda para la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss), la carpa (Cyprinus carpio), el cangrejo rojo de las marismas (Procambarus clarkii), el cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus), la perca americana o black bass (Micropterus salmoides), la trucha alpina o ártica (Salvelinus alpinus)... El pescador será también aduanero, policía del cauce y verdugo; ejecutará a los peces alóctonos, a otros indultará, a otros medirá y devolverá al agua, denunciará, etiquetará, adoptará para su cultivo en cautividad, hará entresacas, fotos y dibujos y, si es un desalmado, freirá alguno autóctono con jamón. Yo soy más de escoger lentejas
