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Sanidad quiere que el HUCA abra otra etapa con el nuevo gerente en septiembre

Los responsables sanitarios buscan fuera de Asturias al sustituto de Matallanas y aspiran a que permanezca varios años en el cargo

Manuel Matallanas, a la izquierda, y José Fernández, en una imagen de archivo, con Mónica Sevares, primera paciente atendida en el nuevo HUCA. LNE

El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) lleva sin gerente dos meses y medio. Está abierto el segundo concurso para seleccionar al futuro responsable del complejo sanitario de La Cadellada, piedra angular de la sanidad pública regional. El primer concurso resultó desierto. El mutismo es casi total, pero a día de hoy pueden anticiparse dos datos seguros y uno probable. Uno de los seguros: la Consejería de Sanidad aspira a que el futuro gerente abra una nueva etapa que sitúe al HUCA en el elenco de los mejores hospitales del país, una vez superados los contratiempos derivados del traslado al nuevo recinto. El otro dato empírico: Sanidad se propone que ese nuevo timonel esté al mando del barco a principios de septiembre y que pueda permanecer en el cargo unos cuantos años, dando así al complejo hospitalario la estabilidad que le ha faltado en el último lustro (ha tenido cinco gerentes distintos en cinco años).

El dato probable: lo más previsible es que el nuevo gerente del Hospital Central provenga de fuera de Asturias. Por dos razones complementarias: porque ningún candidato asturiano parece convencer demasiado (de ahí que el primer proceso selectivo fuera declarado desierto) y porque el actual concurso ha sido sonoramente publicitado a nivel nacional.

Fue a finales del pasado mes de mayo cuando Manuel Matallanas dejó la gerencia del HUCA y del conjunto del área sanitaria con cabecera en Oviedo. El puesto implica la gestión de casi 600 millones de euros anuales (si se suman atención primaria y especializada) y más de 6.000 trabajadores. Matallanas habría preferido seguir, pero fue invitado a dejar el cargo porque cumplía 65 años, edad ordinaria de retiro en la sanidad asturiana.

Para buscarle un sustituto, y con el fin de cumplir con holgura las sentencias judiciales, la Consejería de Sanidad convocó un concurso público, eso sí, bajo el mecanismo de libre designación. Las autoridades sanitarias no han querido dar demasiadas explicaciones sobre el procedimiento selectivo que quedó desierto. Todo lo que han aclarado figura en un comunicado de prensa que el Principado hizo público el pasado 5 de julio. La explicación era la siguiente: "El Sespa ha dejado desierta la convocatoria tras valorar las candidaturas que habían optado a ocupar este puesto". O sea, que ninguna de las candidaturas agradaba a las autoridades sanitarias.

Sanidad no ha querido especificar quiénes se habían presentado al concurso. En realidad, que el concurso quedaría desierto estaba cantado desde que el 16 de junio este periódico publicara que desde Presidencia del Principado se había vetado la idea de las autoridades sanitarias de nombrar gerente del HUCA a Alfonso Flórez, un gestor de dilatada trayectoria pero cuyo DNI señalaba que tiene 68 años. No resulta exagerado decir que a estas horas nadie, o casi nadie, se explica como el consejero de Sanidad, Francisco del Busto, y sus colaboradores pretendían situar en un cargo a una persona de 68 años cuando su antecesor había sido desalojado del mismo alegando que había alcanzado los 65 que marcan la frontera de la jubilación.

El concurso convocado por la Consejería indicaba en sus bases que "la convocatoria podrá ser declarada desierta por resolución motivada, cuando no concurran candidatos idóneos para su desempeño". Resolución la ha habido; motivación de la misma, ninguna, salvo la mencionada nota de prensa. Lo más clarificador que ha trascendido es lo que Alfonso Flórez declaró a LA NUEVA ESPAÑA al conocer que su candidatura había sido descartada: "Lo único que sé es que me pidieron que presentase los papeles, y los presenté". Los observadores sanitarios dan por hecho que Del Busto y su equipo lo habían fiado todo a la candidatura de Flórez, una hipótesis que parece plenamente avalada por los hechos.

En el concurso actualmente vigente figuran los mismos requisitos, que otorgan a la Administración una libertad total para nombrar a un gerente de confianza, que puede provenir de la función pública o de cualquier otro ámbito. Gracias a esta flexibilidad, la Administración sanitaria aspira a "contar con un mayor y heterogéneo número de aspirantes que concurran en condiciones de igualdad al presente proceso de provisión de puesto", según las bases del concurso.

En realidad, desde que la candidatura de Alfonso Flórez fue rechazada por Presidencia, Francisco del Busto inició una búsqueda fuera de Asturias, realizando consultas -entre otros "caladeros", seguramente- a algunos responsables sanitarios del PSOE de diversas comunidades autónomas. Diversas voces cualificadas sostienen que un concurso como el convocado sólo se pone en marcha cuando el convocante tiene amarrado, al menos, un candidato que le convence. Todos los indicios apuntan a que en el primer concurso así era, pero sólo tenían uno y el plan se frustró. En pocos días se sabrá si el segundo se salda con más éxito.

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