Los cerdos vietnamitas que corren libremente por La Malata van camino de convertirse en el cuento de la buena pipa, una historia que comenzó el pasado día 9 con el desalojo y derribo del último poblado chabolista de Oviedo dejando al descubierto la existencia de un montón de animales abandonados: al menos doce de estos puercos, gallinas y tres o cuatro perros. La captura de los primeros -primos hermanos de los jabalíes- se complicó más de la cuenta ante la impotencia de los empleados del albergue municipal de La Bolgachina, incapaces de echarles el lazo. El Ayuntamiento encomendó entonces la labor a la Policía Local, pero ante el temor a que esta población porcina se dispare, ha pedido ayuda al Principado. Así, la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales va a entrar en acción.

Técnicos adscritos a la Dirección General de Recursos Naturales inspeccionarán hoy La Malata (un terreno municipal cercano a la antigua carretera a Lugones, en el límite con Siero) para conocer el número exacto de cerdos vietnamitas, cuál es su estado, saber si están identificados y medir su cercanía al casco urbano. El objetivo es elaborar un plan que frene la expansión de estos animales y, en caso de que sea necesario, dictar una resolución que autorice su control. Es decir, desde su captura hasta su abatimiento. Los especialistas del Principado trabajarán en conjunto con la Policía Local, que vigiló a lo largo del fin de semana La Malata.

Los cerdos vietnamitas no son una especie cinegética (cuya caza esté permitida) ni invasora. Sin embargo, pueden ser un riesgo sanitario para el ganado porcino y vacuno, y la fauna silvestre. Además, son capaces de hibridarse con los jabalíes, o lo que es lo mismo, aparearse dando lugar a los llamados "jabamitas" o "cerdolís" produciendo un desequilibrio ecológico. Los jabalíes son huidizos y suelen comer por la noche. Al cerdo vietnamita le da igual comer de día que de noche, y al ser doméstico, no tiene miedo al ser humano. La mezcla de ambos tiene la voracidad del cerdo vietnamita, la inteligencia y bravura del jabalí y se alimenta las veinticuatro horas del día.

Pero en la "operación cerdo" hay un cuarto actor. Intervendrá una ONG junto a los técnicos del Principado, la Policía Local y por supuesto los animales. "Mundo Vivo", con sede en Llanes, se hará cargo de los cerdos vietnamitas que se recojan en La Malata. "Muchas personas ya nos han llamado interesándose en adoptarlos para tenerlos en sus fincas", explica Luis Bernardo, el presidente de esta organización que también se encargará de coger las gallinas abandonadas tras el desalojo y derribo del poblado chabolista. Bernardo calcula que hay entre 24 y 30 gallinas y algún que otro gallo de corral. "Fuimos ayer a intentar atraparlas para llevarlas a nuestro terreno en Llanes y soltarlas, pero no fue posible porque la zona es muy extensa y se esconden con facilidad. Son cinco hectáreas llenas de matorral. Tendremos que montar un corral con una malla para agruparlas o ir de noche para ver dónde duermen".

La rebelión en La Malata alcanza hoy su octavo día.