Los dos accidentes de tráfico provocados por jabalíes que se registraron durante la noche del pasado domingo en las inmediaciones de Santa Marina de Piedramuelle -en los que sólo se registraron daños materiales- han servido como detonante. Los vecinos de la localidad ovetense están hartos de los daños causados por estos animales en su comunidad y del peligro que supone que los cerdos salvajes campen a sus anchas por las carreteras de su entorno. "Exigimos que se lleven a cabo los mismos aguardos que se hacen en los pueblos de la falda sur del Naranco u otro tipo de medidas contundentes porque llevamos mucho tiempo soportando las consecuencias de convivir con los jabalíes. Nosotros tenemos los mismos derechos que los ciudadanos del resto del municipio y no estamos dispuestos a seguir así, esto ya es una invasión", señala Sergio Huerta, el presidente de la plataforma vecinal de Piedramuelle.

Huerta asegura que la presencia de jabalíes en Santa Marina de Piedramuelle es una constante. "Todos los días me encuentro con una piara de quince ejemplares delante de mi casa. Ya no sólo vienen por las noches, te los cruzas a plena luz del día y ellos ni se inmutan porque cada vez están más acostumbrados a la presencia humana", afirma el representante vecinal. Los animales "destrozan los cierres de las viviendas, las huertas, los árboles frutales" y, además, pueden suponer un peligro para los vecinos de la zona. "Además de los accidentes de tráfico que provocan los animales, también pueden atacar a cualquier persona que vaya paseando por el pueblo, sobre todo si los jabalíes grandes van acompañados de sus crías", advierte Sergio Huerta.

La zona de Santa Marina de Piedramuelle está protegida y no está permitido que se lleven acabo batidas en ese entorno. "Es una parte de Oviedo en la que hay muchas casas y carreteras, sería totalmente inviable ponerse a pegar tiros allí sin un control estricto", explica Carlos Cuervo Díaz, de la Sociedad de Cazadores La Perdiz (Llanera), el colectivo que gestiona el coto que incluye la ladera sur del Naranco. "La mejor medida para acabar con esos problemas sería realizar aguardos, es decir, que fuese un cazador acompañado con un guarda del Principado a las zonas en las que hay presencia masiva para acabar con algunos de ellos", añade Cuervo.

Los agentes de la Guardería Rural del Principado llevan desde el mes de junio abatiendo jabalíes en Oviedo, aunque no se les ha visto por la zona de Piedramuelle. "No sabemos cuántos ejemplares han capturado ni dónde lo han hecho, parece ser que no hay días señalados ni un calendario fijado para esos aguardos", afirma Carlos Cuervo Díaz. La sociedad que preside Cuervo comenzará a cazar en la ladera sur del Naranco el próximo día 8 de septiembre y en total habrá 15 cacerías hasta el mes de marzo. "Se trata de un problema muy complejo. Nosotros vamos a matar jabalíes en esa zona, pero el resto se irán a las zonas protegidas en las que no podemos entrar, es decir, más cerca de la ciudad", explica. Según el presidente de los cazadores, otra de las medidas a adoptar para acabar con la presencia de cerdos salvajes en la ciudad sería limpiar las zonas de maleza. "Por poner un ejemplo, el fallido spá del Naranco se ha convertido en una casa para ellos", dice.