Casuco, Gallart, Lángara y Herrerita fueron la delantera eléctrica. En concreto, la segunda delantera eléctrica, el quinteto de atacantes del Real Oviedo entre 1933 y1936, cuando en el fútbol se acumulaban jugadores en busca de goles y los balones terminaban en la red mucho más a menudo que hoy. A dos de ellos, a Lángara y a Herrerita, iconos del oviedismo histórico, está dedicada una cerveza que rezuma oviedismo. Es una bebida de elaboración artesana, "suave y refrescante" que un grupo de jóvenes emprendedores ovetenses ha fabricado a partir de lúpulo americano, con una graduación de alcohol de 4,7º.

El colectivo Real Oviedo Culture Fans son los padres de la idea. Otra de sus iniciativas para fomentar el oviedismo, que es uno de sus objetivos. Contactaron con Javier Santamaría, enfermero de profesión y cervecero por devoción, que puso en marcha el proceso. Ya tenía experiencia, con un jugo de cebada en el mercado etiquetado con motivos de La Regenta. "Delantera Eléctrica es una 'pale ale' suave, con un ligero toque amargo al final y destinada a todos los públicos. Las cervezas fuertes suelen gustar a menos gente". La idea de hacer una bebida atractiva para el mayor número de personas cerveceras es dar respuesta al deseo de Real Oviedo Culture Fans: "Que se conozca la historia del oviedismo, sobre todo entre los jóvenes".

Fueron ellos los que diseñaron las dos etiquetas y escribieron los textos, uno para cada futbolista, junto al genérico que define a la delantera eléctrica. A Eduardo Herrera Bueno "Herrerita" (1914-1991), lo describen sobre la botella como "un oviedista de leyenda que brilló en tiempos de guerra" y "el puñal por la izquierda de una delantera de vértigo".

La otra versión del etiquetado es la del guipuzcoano Isidro Lángara Garralaga (1912-1992), que pasó a la historia del fútbol como el primer jugador en lograr el título de pichichi en tres ligas: la española, la mexicana y la argentina, por ese orden. "El delantero que molestaba a dictadores de la política y el campo", reza el envoltorio de la bebida, en referencia a los años en que le tocó vivir.

De una manera informal, casi espontánea, un grupo de oviedistas se reunió ayer por la tarde en una cervecería de la calle del Rosal para probar la primera remesa de cervezas, recién llegada desde la fábrica burgalesa donde Javier Santamaría y su equipo la han elaborado.

La trayectoria de Isidro Lángara en el Oviedo era anterior a la de Herrerita. Junto a Casuco y Gallart había formando la delantera eléctrica original, con la que el Oviedo ascendió a Primera División. Entonces, Herrerita y Emilín sustituyeron a Galé e Inciarte en las alineaciones más habituales del Oviedo, que en aquellos años se recitaban de carrerilla. Hoy se les recuerda en una cerveza de la que se prevén fabricar unos mil litros. Hasta el momento, la primera tirada, que se distribuirá en algunos bares de Oviedo comprometidos con el equipo, contiene 250 litros de cerveza con sabor a oviedismo.

Entre los que ayer probaron la primera remesa estaba Silvino Ronderos. "Es una cerveza eléctrica, como los jugadores a los que está dedicada", expresó tras dar el primer trago a la botella.

El estreno atrajo la atención de oviedistas como Cristina Saiz. "Creo que hacía falta que se representara a estos jugadores; hay que difundir la historia del oviedismo", afirmó.

Estas cervezas sirven como "colofón", según sus creadores, al trabajo de difusión que Real Oviedo Culture Fans lleva desarrollando desde hace un año y medio con el objetivo de difundir las hazañas de la delantera eléctrica. "En aquella época el Oviedo causaba la misma sensación que hoy en día el Madrid o el Barcelona. Hemos hecho camisetas, hemos colgado vídeos en internet hablando de ellos y ahora, estos botellines de cerveza suponen un paso más", cuentan en el colectivo oviedista.

Los 250 litros de bebida ya obtenidos nacieron en una cervecera de Burgos. "Alquilamos una fábrica allí, pero no descartamos continuar la producción en Asturias", señala Javier Santamaría. Entre tanto, "Delantera Eléctrica" ya ha obtenido el visto bueno de los primeros oviedistas. "Me gustan la idea y el sabor, una de las mejores que he probado de estos artesanos", sentenció Camilo García.