Beatriz Alonso Aranzábal (Madrid, 1963) es la directora del documental "De un tiempo libre a esta parte" que se proyecta hoy, viernes, a las 21 horas en la plaza del Paraguas y con el que se cierra el segundo Ciclo de Cine en la calle organizado por la Asociación Vecinal Oviedo Redondo. Aranzábal cuenta a LA NUEVA ESPAÑA que su obra pretende "dar voz a aquellas personas menos conocidas de la Movida madrileña", una de las etapas de mayor "efervescencia creativa" de la historia de España.
-El documental se estrenó previamente en Madrid, México y Chile. ¿Por qué es Oviedo la siguiente parada?
-Mi película llega a Oviedo porque desde Asturias he recibido mucho apoyo e interés por mis actividades cinematográficas y literarias, que tienen que ver con un pasado musical que está muy presente: el de la música de los años ochenta. La siguiente parada será Londres, donde se estrenará el nueve de noviembre: también allí les interesa esa época de efervescencia creativa que se vivió en nuestro país a finales de los años 70.
-¿A qué tipo de público piensa que está destinado su trabajo?
-Hay dos tipos de público: el que vivió la época que se refleja en el documental (con toda su iconografía y la música de fondo incesante), y el que no la vivió pero siente curiosidad por saber cómo éramos los adolescentes de esa época, y cómo estamos, y si se ha mantenido o no aquella actitud inconformista.
-¿Cuál fue el motivo para decidir retratar los inicios de la Movida madrileña?
-Uno de ellos fue porque sólo ha trascendido una parte de lo que fue aquella explosión de creatividad y libertad, y porque además en los medios se leen opiniones que reflejan desconocimiento y confusión. Por eso fui en busca de personas que recuerdo que estaban ahí, encima o debajo de los escenarios, para recoger su testimonio y escuchar de primera mano su opinión. He evitado que aparecieran personajes de la época que ya han sido entrevistados en medios y en otros documentales para poder ofrecer una visión novedosa, y honesta.
-Su película se puede ver online previo pago ¿Cómo está resultando esta especie de alquiler digital?
-La película se puede ver en Filmin por 2,95 euros (72 horas) o en Vimeo por 3,55 euros (una semana). Es la primera vez que uso esta especie de videoclub por internet. Es una buena forma de llegar al público, pero tengo que animar constantemente a la gente a hacerlo porque es muy reacia a pagar por ver cine online. A pagar dos cañas de cerveza nadie pone reparos. Sin embargo, nadie piensa en todo el esfuerzo económico y personal de un proyecto artístico.
-¿Qué diferencias aprecia entre los jóvenes de hace tres o cuatro décadas y los actuales?
-En mi adolescencia la música era el epicentro de la vida, era una afición, una pasión, una forma de hacer relaciones sociales. Ahora la música no tiene tanto protagonismo, han irrumpido las nuevas tecnologías y las redes sociales con una fuerza brutal y eso ha cambiado muchas cosas.
-¿Cómo vivió usted los años que retrata en su documental?
-Los viví con mucha intensidad, y formé parte del grupo "Los Monaguillosh" que fue una banda que al principio era punk/mod y luego, a partir del año 1982 en que entré, se hizo más siniestro o gótica, como se decía entonces. Ahora la etiqueta que se usa en las redes para definir aquel estilo es afterpunk.
-¿Cómo escogió la banda sonora?
-Desde el principio tuve muy claro que la música debía ser un elemento clave y mi idea fue recuperar grupos y canciones que no han trascendido. Los grandes grupos como "Radio Futura", "Alaska y los Pegamoides", "Nacha Pop" o "Gabinete Caligari" entre otros no aparecen, como tampoco grupos muy importantes como "Derribos Arias", "Parálisis Permanente" o "Décima Víctima". He rescatado canciones de "Paraíso", "Los Nikis", "Aviador Dro", "Alphaville", "PVP", "Último sueño", "Esplendor Geométrico" y muchos más.
-¿Qué aspecto le gustaría destacar del filme?
-Me gustaría señalar que he querido mostrar otra cara de la Movida, tal vez menos conocida, pero auténtica y potente, en la que hombres y mujeres compartieron con la misma intensidad y codo con codo una época de experimentación y libertad creativa.
