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El juicio por la muerte de Karla Pérez no será "al menos" hasta dentro de un año

"Queremos que el peso de la ley caiga sobre el asesino", dice el hermano de la ovetense estrangulada por su expareja

Karla Belén Pérez Morales, con su hijo, en una imagen subida por ella misma a internet.

El juicio por el asesinato de Karla Pérez Morales, la joven ovetense de origen ecuatoriano que murió el pasado 10 de julio en Melilla estrangulada por su expareja, no se celebrará "al menos hasta dentro de un año". Ésos son los tiempos que maneja su hermano Gabriel Pérez, que sigue en contacto permanente con el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Oviedo, cuya titular instruye el caso.

"Todavía están practicando las correspondientes diligencias y analizando las pruebas, un procedimiento que en estos casos lleva mucho tiempo. Lo único que esperamos es que todo quede muy claro y que todo el peso de la ley caiga sobre el asesino por lo que le hizo a mi hermana", explica el familiar de la joven.

Una de las incógnitas pendientes de aclarar es el motivo que llevó a la joven a desplazarse hasta Melilla desde Oviedo para asistir a la cita con un hombre que le había dado muy mala vida. La jueza quiere saber por qué accedió a ir a pesar de que Abdelwahid Aghbalou tenía una orden de alejamiento y había sido expulsado de España por golpearla cuando vivían juntos en un piso de Ciudad Naranco, por qué se dejó convencer si ya había iniciado los trámites para quedarse con la custodia del hijo de ambos -de menos de un año- y tenía previsto llevárselo a Ecuador hasta que tuviese edad para empezar al colegio en Oviedo.

Sus amigas de Oviedo, con las que compartió pupitre en el Auseva, aseguran que, poco tiempo antes de los hechos, el marroquí se había puesto en contacto con ella por internet, que quería volver a conquistarla y que ella no accedió. No obstante, según esa versión, Karla quiso llevar al niño a Melilla para que lo conociese la parte de la familia de Abdelwahid Aghbalou que nunca había estado en Oviedo, antes de partir con él hacia Ecuador. "Decía que los problemas de ella con el padre no tenían por qué influir en el niño", explicó una de esas amigas días después del crimen. Pero esto no cuadra a la familia de la joven. "Karla había manifestado en muchas ocasiones que no quería nada más con él y encima estaba tramitando el tema de la custodia de su hijo. Estamos convencidos de que la engañó de alguna otra forma, pero eso todavía se está investigando", afirma Gabriel Pérez.

Mientras tanto, el asesino confeso de Karla Pérez continua preventivo en la cárcel de Melilla. Según testimonió en su momento, la noche en la que mató a Karla ambos mantuvieron una fuerte discusión junto a las casetas de la playa de La Hípica, en la ciudad autónoma, y él la estranguló, la asfixió hasta matarla. El hijo de la pareja estaba presente cuando Abdelwahid Aghbalou, de 34 años, convirtió a su madre en una nueva víctima de una epidemia llamada violencia de género. Después de cometer el crimen, el marroquí se entregó en la comisaría de la Policía Nacional y lo contó todo. Llevaba al niño en brazos.

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