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JESÚS PALACIOS | Catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación y experto en adopciones. Participa en el XIV Congreso de la Asociación Científica Europea para el Cuidado de Niños y Adolescentes

"Es muy probable que el Supremo decida que el niño vuelva a Valencia en dos años"

"Es un error pensar que por ser pequeño va a amoldarse enseguida a las distintas situaciones, nadie se adapta a la inseguridad y la incertidumbre"

Jesús Palacios, ayer, antes de la entrevista. IRMA COLLÍN

El toledano Jesús Palacios es catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad de Sevilla y lleva más de treinta años trabajando e investigando sobre temas ligados a la adopción o al acogimiento familiar, un área en el que se le considera todo un experto. Se encuentra en Oviedo con motivo de la celebración del XIV congreso internacional de la Asociación Científica Europea para el Cuidado Familiar de Niños y Adolescentes (EUSARF), una cita en la que participan más de 550 psicólogos, trabajadores sociales, pedagogos y responsables políticos de 37 países diferentes. En ese contexto, el caso del pequeño Juan Francisco es la comidilla.

-¿Qué opinión le merece a usted lo ocurrido con el niño de Oviedo?

-Es muy difícil hablar sin conocer los detalles técnicos del caso porque a veces lo que aparece en los medios de comunicación no es más que una imagen interesada de lo ocurrido. Por ejemplo, el estremecedor testimonio de la madre biológica (la carta publicada ayer por este diario) es un relato que impacta emocionalmente, pero para ser justos también hay que analizar la otra parte de la historia. Quien tiene esa otra versión no puede hablar, el sistema de protección de menores de Asturias no puede contar lo que ocurrió y por qué se tomaron las decisiones que se tomaron al ser una información reservada. Lo que está claro es que si se tomó una medida de preadopción es porque la valoración técnica que se hizo arrojaba una situación de muy alto riesgo y con escasas posibilidades de que esa situación cambiase con el tiempo. Si eso no hubiese sido así no habría habido tres sentencias previas a favor de dar al niño en preadopción.

-¿Cree usted que el pequeño va a sufrir con este proceso?

-Estos pleitos en los juzgados los ganará quien los gane, pero siempre los pierde el niño. El niño es siempre el gran perdedor. No sé quién ha organizado la forma en la que se produjo la separación de la familia valenciana y la entrega a su madre biológica, pero peor no se podía haber he cho. No se puede permitir que un niño sea devuelto con las cámaras de televisión de por medio, en un cuartelillo de la Guardia Civil y sin un proceso de adaptación. No hay más que ver que antes de ayer se llamaba Joan y llevaba dos años y medio en Valencia y ahora se llama Juan Francisco y está con una madre a la que no conocía.

-Hay un recurso contra la sentencia en el Supremo.

-Lo sé, y me temo que con la jurisprudencia que existe del propio Tribunal Supremo en casos como este es muy probable que decida quitarle la razón a la Audiencia Provincial y que el niño tenga que volver a Valencia dentro de dos o tres años, cuando salga esa sentencia. En definitiva, pase lo que pase en los juzgados, para un niño de esta edad todo esto son experiencias desastrosas, que generan un enorme daño psicológico.

-¿Cree que el niño debería mantener el contacto con la familia de Valencia?

-Sería lo más deseable, sin duda. Como ocurre con dos padres separados, pero como las cosas se han complicado judicialmente parece que el objetivo es destruir al otro y es difícil que se consiga una buena relación. Se ven como enemigos, pero existen mecanismos, como los puntos de encuentro familiar, para que no haya contacto entre las familias y que el niño pueda disfrutar de ambas sin sentirse perdido. Es un error pensar que por ser un niño pequeño se adapta enseguida a las diferentes situaciones, eso es mentira, nadie se puede adaptar a la inseguridad y a la incertidumbre.

-¿Entiende usted el mal trago que está pasando ahora la familia de acogida?

-Por supuesto, como no lo voy a entender, pero lo que tengo muy claro es que lo primero en lo que hay que pensar es en el niño.

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