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Con un euro se llenaba el depósito del Renault 4/4 en 1958

Vista general de la Feria Internacional del Vehículo Clásico, ayer, en el Palacio de los Deportes. IRMA COLLÍN

El primer coche que compró mi padre fue en 1958, un Renault 4/4 verde (O-25.037), de paquete; nunca conocí mejor coche, ni por Chitty Chitty Bang Bang lo hubiera cambiado, aunque éste es de 1968. De ahí mi visita al Palacio de Deportes de Oviedo, a la XIX Feria Internacional del Vehículo Clásico, donde me cité con Corsino, propietario de un Renault 4-4 y organizador del encuentro.

"El Renault 4/4 es el primer coche que fabricó FASA-Renault en España", me dijo, mientras ordenaba la llegada de los convocados. FASA se inauguró para fabricar este coche, que ya se armaba en Francia desde 1946. De Valladolid, entre los años 1953 y 1959, salieron unas 25.000 unidades.

-¿Cuántos circulan hoy por Asturias?

-Unos diez, en perfectas condiciones. Hoy vamos a juntar 16 coches y para ello llamé a compañeros de Cantabria, Lugo, León y uno de Madrid, Enrique Martí Mingarro, presidente del Club Español Amigos del Renault 4/4, que trae uno descapotable; nunca se fabricaron acá e importamos sólo tres; eran muy caros.

-¿Por qué lo de 4/4?

-Cuatro puertas, cuatro plazas y cuatro caballos fiscales franceses; en Francia lo llamaban "quatre-quatre". Aunque en España, debido al modo de medir la potencia fiscal, pasaron a siete caballos. Fue el predecesor del Seat-600, pero con cuatro puertas, ambos con tracción trasera.

"El 4/4", intervino Enrique Martí, que llegó en ese momento con su descapotable importado-, "representó en Francia el resurgimiento de Renault y el buque insignia de Regie Renault; sus primeras unidades se pintaron de amarillo, restos de la pintura de los vehículos del Afrika Korps, cuando la empresa estuvo intervenida por los nazis en la Guerra Mundial".

-¿Cuántos cuatro-cuatros se fabricaron?

-Poco más de un millón, entre 1947 y 1961. Tenían poco maletero, delante; lo ocupaba la rueda de repuesto y la batería (de 6 voltios).

"Mi padre puso baca", intervine, "y siempre llevábamos encima la cesta de mimbre. Viajábamos en él mis padres y sus cinco hijos. Íbamos cantando aquella de "Con el vino se engrasan las ruedas...".

-¿Cuál es su potencia, comparada con los coches de hoy?

-Tiene 17CV, y cualquier utilitario de ahora pasa de los 70CV.

"Tampoco las carreteras daban para más", llegó un conductor de Santander, Juanjo Collado; "de hecho a los 4/4 fabricados en España les ponían dos filtros de aire porque nuestros caminos eran muy polvorientos". "Tampoco la gasolina ni el aceite eran de gran calidad, de ahí las averías".

"Yo llevo con el mío, sin tocarlo, 40.000 kilómetros, sólo las zapatas. Un compañero fue de Gijón a Pamplona, sin problemas, ni calentamientos".

-¿Cuál es la capacidad del depósito de gasolina?, pregunto.

-Veintisiete litros y medio.

Indago y creo que el litro de gasolina estaba a seis pesetas, en 1958. Es decir, se llenaba el depósito con 165 pesetas, o sea, con un euro.

-¿Circulan por autopista?

-Legalmente podemos, pero no conviene, se quedan pobres en las subidas. Es preferible evitarlas para no estorbar. Ten en cuenta que su velocidad máxima, forzando un poco, es de 90 km/h.

-¿Cuánto costaría hoy adquirir un 4/4?

-Oscila su precio en función del estado, claro; pueden adquirirse entre cinco mil y doce mil euros.

Doce mil euros, dos millones de pesetas. Aquel de mi padre costó 60.000 pesetas; 360 euros. Y volaba, como el de Chitty Chitty Bang Bang, pero diez años antes de que el de Dick Van Dycke. Los coches de hoy corren más, es cierto, y acaso sean más seguros y confortables, pero yo, en 1958, no tenía prisa alguna por llegar. El 4/4 era una meta, era Ítaca.

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