Hablar de Vanesa Romero (Alicante, 1978) es hablar de uno de los rostros más deseados de la pequeña pantalla. Por eso sorprendió cuando hace unos días, con la presentación de su libro, "Reflexiones de una rubia", la joven hizo público un episodio de su vida que para muchos sigue resultando increíble. "Mis padres me tuvieron que cambiar de colegio porque sufría acoso escolar. Lo tengo superado, pero lo he contado por si con ello puedo ayudar a alguien", dijo. La joven llega mañana al Filarmónica con su último proyecto teatral, "El clan de las divorciadas", a las 20.30 horas, (y el viernes en función doble, a las 20.00 y a las 22.30).

Romero se mete en la piel de Mary Baybowl, una despampanante extranjera con tendencia al fracaso que emprende la aventura de compartir piso en Madrid con una aristócrata venida a menos (Esperanza Elipe) y una pueblerina adorable (Andoni Ferreño). "Es un personaje muy rico en matices. Pasa de la alegría al llanto en cuestión de segundos, y se hace la tonta, aunque no lo es. Y es difícil hacerse la tonta. Aunque lo más complicado es mantener durante 90 minutos el acento inglés", afirma. Ésta será la primera vez que la actriz visite Oviedo. "Tengo muchas ganas de sentir el 'feedback' del público asturiano. Ojalá pudiera quedarme más días para disfrutar de algo más que trabajar". Y es que esta gira le ha coincidido con su vuelta a las pasarelas de la mano de Hannibal Laguna. "Ha hecho una colección inspirada en mí y me permitió volver a la pasarela de Madrid, aunque fuera por un día". Y también con el estudio de los guiones de la nueva temporada de "La que se avecina". "Raquel, mi personaje, va a tener episodios intensos".