La lista de nombres propuesta por el tripartito local (Somos, PSOE e IU) para cambiar las calles franquistas de la ciudad generó ayer división entre vecinos y expertos. La mayoría de los consultados admitieron que la relación de denominaciones, adelantada ayer por LA NUEVA ESPAÑA, está "politizada", pero unos consideraron que ese extremo era "sensato" por homenajear a personas que lucharon por "conservar" la democracia y otros lo tacharon de "sectario" por "cambiar unos políticos por otros".

Los dos miembros de la antigua comisión de Memoria Histórica (creada por el PP en 2008) consultados y el representante vecinal (que agrupa a varias asociaciones de vecinos) exigieron al tripartito que "despolitice" la lista y se pararon, particularmente, en dos nombres: Aída Lafuente, militante socialista que murió en combate durante la Revolución de 1934, y Dolores Ibárruri "La Pasionaria", presidenta del Partido Comunista y diputada por Asturias. "Es un mal chiste", señalaron los especialistas críticos, que argumentaron que su presencia "reabre heridas en lugar de cerrarlas".

Al otro lado se situó la opinión de los dos miembros de la actual comisión (creada por el tripartito en diciembre) y la del historiador Francisco Erice que, con matices, validaron la relación de 26 nombres acordada por el gobierno, que contiene mayoría de nombre de mujeres, muchas de ellas feministas como Amparo Pedregal Flora Tristán, María Curie o Lola Mateos; denominaciones tradicionales como Fresno, Progreso o Prau Ferrero; homenajes figuras ajenas a Asturias como Charles Darwin, Federico García Lorca o Nelson Mandela y otro tipo de reivindicaciones como la denominación Arcoíris, en referencia a los colores de la bandera homosexual.

En el grupo de los críticos aparece José Girón, historiador de la Universidad de Oviedo y miembro de la comisión experta creada por Gabino de Lorenzo (PP). Girón señaló ayer que la lista "está completamente politizada" y puso de ejemplo el nombre de Aída de la Fuente, "una joven que se alzó en armas contra el gobierno democrático y legitimo de la II República". "Darle una calle es un mal chiste y una locura absoluta", dijo, y añadió que "esto demuestra que son unos sectarios y unos ignorantes". El historiador calificó también de "estupidez" dar vías a Nelson Mandela o Darwin porque "no tienen nada que ver con Asturias". "El tripartito local demuestra un sectarismo vergonzante y una ignorancia supina", sentenció Girón.

Carmen Ruiz-Tilve, cronista oficial de Oviedo, también fue una de las elegidas para la anterior comisión. Ruiz-Tilve considera que "hay demasiados nombres politizados" en la lista y que "se debería renovar las calles con un poco más de equilibrio". "Hay algunas que me parecen bien como Amparo Pedregal", añade, "pero yo le daría otra vuelta para no caer en los extremismos y empezaría con nombres clásicos y tradicionales". En una línea parecida se expresó Ignacio de Sal, representante vecinal y presidente de la Federación General de Asociaciones de Asturias. De Sal calificó de "auténtico despropósito" la "falta de rigor histórico" por proponer a "Aída de la Fuente o Trece Rosas, la primera en el bando republicano y la segunda una asociación vinculada al PSOE". "Se le dan calles a asociaciones vinculadas al PSOE, la lista tiene alta dosis de sectarismo", dijo De Sal, que denunció que la lista "reabre heridas setenta años después en lugar de cerrarlas".

A Francisco Erice, historiador de la Universidad de Oviedo, la propuesta del tripartito le parece "bastante buena y sensata". "Por una parte se rescatan nombres tradicionales y por otro personalidades indiscutibles. Felicito al tripartito", dijo. Erice matizó, no obstante, que "podrían haberse añadido más nombres republicanos" pero respaldó la abundancia de nombres de mujer ("es flagrante la desigualdad en el callejero ovetense") y admitió que la lista está politizada, pero que "bendita politización si es en defensa de quienes salieron en defensa de las libertades, el progreso social y la democracia".

"Me siento satisfecha porque hacían falta mujeres, las calles que se proponen son convenientes", señaló Laura Díez, presidenta de la Asociación "Trece Rosas" y miembro de la comisión de expertos del tripartito. "Es importante que estén mujeres", dijo, y defendió a Aida Lafuente porque "defendía la República". Para Celestino Martínez, presidente de la Asociación de familiares y Amigos de la Fosa Común de Oviedo y miembro de la comisión de asesores, "los nombres tienen cierta lógica" pero "no me parece ni bien ni mal". Martínez confirmó que ellos no participaron en la elaboración, pero agregó que "quiero creer que se habrá consultado con técnicos la lista".

Á. FIDALGO

Los vecinos del antiguo grupo de viviendas José Antonio, situado en los aledaños de la calle Celestino Mendizábal (vía que el gobierno quiere llamar Prau Ferrero), en Pumarín, están que echan chispas por la propuesta del tripartito de rebautizar el grupo de casas y denominarlo "Tocote". Un apelativo, sostienen, "sin contenido alguno, aunque tal vez lo tenga humorístico". La opción de "Tocote" fue planteada por el Alcalde, Wenceslao López (PSOE), y hace referencia al apelativo coloquial de los grupos de viviendas que eran sorteadas entre las familias de trabajadores que las solicitaban.

"Si no tocote, tocarate", comentaban con asturiano y resignado humor en aquellos años difíciles de las posguerra, en la que se sorteaban las viviendas entre los trabajadores que cumplían los requisitos para optar a su titularidad. El número de hijos y el bajo salario eran dos puntos determinantes para conseguirlas.

Amador Maté es exdirectivo de la "Asociación Fuente de Pando" y todavía es un miembro muy activo de este colectivo vecinal. Ayer su enfado ante el nuevo nombre era evidente: "Tocote nunca fue un nombre oficial, era sólo una denominación popular que se daban a las casas en las que vivimos y a los vecinos, que quede muy claro, nos parece fatal que ahora le quieran poner este nombre que no queremos. Los vecinos no estamos de acuerdo con esta nueva denominación, que lo tengan muy claro en el Ayuntamiento", señaló.

En su indignación, Maté fue más lejos aún y aconsejó a los miembros de tripartito que "pongan a sus casas el nombre que les de la gana" pero que a ellos les dejen "en paz. "¡Pero de que van ahora!", exclamó indignado el emblemático representante vecinal. Maté asegura que "esto del cambio de nombres" de las calles es "una cabezonería sin sentido" y está dispuesto a convocar una reunión vecinal "para que todos se pronuncien" sobre la intención del tripartito.