Celia Bernardo (Oviedo, 1979) está en racha. Sus coloridos y apasionados diseños, con los que ha conquistado el mercado chino, país en el que reside, han saltado el charco. Y lo han hecho por la puerta grande. La joven diseñadora ovetense, criada en Soto de Llanera, presentó su última colección "Latin Lover" en el Espacio Moebius de Buenos Aires, un referente cultural de la ciudad. Y lo hizo de la mano de la reconocida ilustradora argentina María Luque, autora de los estampados de su propuesta textil.
"Buenos Aires es una ciudad que me fascina. En los últimos años fui a menudo a visitar a mi hermana, que vivía allí. En un viaje conocí a Martín Ramón, uno de los dueños de Espacio Moebius. Le sugerí hacer algo juntos y me enseñó el trabajo de María. Me cautivó de inmediato. Su estilo naif, folky, femenino, irónico y divertido, me pareció perfecto para combinarlo con mi trabajo", explica la diseñadora, minutos antes de coger el avión que la llevará hasta Shanghái para participar por tercera vez en la semana de la moda de la ciudad china. Aunque el trabajo de las dos artistas tuvo que ser a distancia, el resultado no puede ser más compacto. Una colección cápsula que muestra una nueva cara de CeliaB, como se la conoce en el mundo de la moda, aunque mantiene ese lado divertido, fresco y sexy que forma parte de su ADN. "'Latin Lover' es una mezcla de varios universos. Siempre sentí fascinación por la cultura y la estética de América Latina, y esta colección es una oda a ese mundo lleno de colores, energía y detalles que tanto me inspiran". Aunque si uno tuviera que imaginar sus prendas pensaría en colores flúor, en neones, en mezclas de tejidos aparentemente inconexos y en formas nada convencionales, en esta colección la asturiana se rinde a las tonalidades pastel, a las siluetas extremadamente dulces y a los complementos latinos más raciales, desde los volantes, a las flores y los maxi complementos. En cuanto a los tejidos, Bernardo amplía su variedad habitual. "En esta colección hemos utilizado viscosa, rayón y seda, principalmente. Pero hay muchos detalles y fornituras, como tiras de perlas y vivos metálicos y de charol".
Con la satisfacción del trabajo bien hecho todavía muy latente, la joven se enfrenta en unos días a una cita fundamental, la Shanghai Fashion Week, que se celebrará del 12 al 19 de octubre, en la que volverá a ser la única representación española. "Estoy todavía rematando la colección", reconoce con una risa nerviosa. No es su único reto antes de que acabe 2016. "En diciembre participaremos en la Chiang Mai Design Week (en Tailandia), y tenemos en mente realizar un 'pop up shop' en Bangkok, para introducir CeliaB en el mercado tailandés". Y es que, después de siete años viviendo en Shanghái, la joven lleva meses coqueteando con el país del sureste asiático. "Tailandia, y en especial Chiang Mai (al norte), es una base estupenda para trabajar en Asia. La calidad de vida es difícil de superar, y me permite estar cerca de Hong Kong y Shanghái, en donde tengo que seguir muy de cerca la producción y la distribución de la marca", afirma.
Poco a poco, CeliaB está empezando a producir allí, "pero es mucho más complicado de lo que pensaba. Así que, por el momento, es el lugar perfecto para inspirarme". Aunque, tal y como demuestra su meteórica carrera, el sueño que tiene de convertirlo en su lugar de trabajo se hará pronto realidad.
