Benito Gallego, deán de la Catedral, es el encargado en Asturias de practicar exorcismos católicos, un práctica que, sostiene, "nada tiene que ver" con lo ocurrido el sábado en un piso de la calle Félix Aramburu. "Puede ser que lo que pasó tenga que ver con curanderos o vudús, pero es algo totalmente alejado del exorcismo dentro de la Iglesia", sostiene.

Gallego señala que el ritual católico es "una oración en nombre de toda la Iglesia" que "tiene que ver con una necesidad concreta" y que "se pide a Dios". "Se hace con todas las precauciones, después de haber discernido que no es una imprudencia y de tener el consentimiento de la persona", explica. El deán de la Catedral asegura que estas prácticas dentro de la Iglesia no son infrecuentes, aunque evita concretar cuántos ha realizado en el último año. "El demonio existe y actúa y eso en lo que la Iglesia quiere ayudar", señala, e insiste en que lo ocurrido "no es una práctica cristiana" y que "no se identifica con lo que la Iglesia entiende en este campo".