Alfredo Escribano, un vecino de San Claudio, asegura que las ratas que salen de una casa abandonada situada a escasos cien metros del colegio público de la localidad, justo frente a la marquesina del autobús, "son tan grandes que asustan a cualquiera". Escribano no es el único que exige medidas para acabar con el problema. Los habitantes de San Claudio llevan tiempo advirtiendo de que la citada parcela -la maleza ya ha tapado por completo la casa y una cuadra que formaba parte de la vivienda- se ha convertido en un "foco de infección peligroso" para las personas.

Pero el problema no son sólo las ratas. Aunque resulte paradójico, en la parcela también hay una colonia de gatos, según denuncian los vecinos. "Hay gente que les deja comida en la parcela y se ha llenado de animales. Los gatos conviven con las ratas porque tienen comida de sobra para alimentarse y ni siquiera las persiguen", subraya Alfredo Escribano. De hecho, "las ratas son gigantes y cuando pasas con los niños hacia el colegio salen de la parcela sin tener ningún miedo a la presencia de personas".

Los vecinos de San Claudio exigen que el Ayuntamiento tome medidas para acabar con el problema. "Es cierto que la finca debe ser una propiedad privada, pero en el Ayuntamiento tendrán que tener un registro, saber quién es el propietario y obligarle a que retire toda esa maleza de la parcela", señala Escribano. Según sostiene, él mismo se puso en contacto con el Consistorio para trasladar el problema, pero sus quejas cayeron en saco roto. Eso fue hace más de un año. "Llamé por teléfono y me dijeron que tenía que presentar un escrito, que tenía que pasar por allí... En fin, que me dieron vueltas para nada cuando lo más fácil hubiera sido presentarse aquí, ver la situación en la que está la zona y tomar medidas", asegura.

Los responsables del colegio público de San Claudio, siempre según la versión de Escribano, también "enviaron una carta" de queja al Ayuntamiento con resultados idénticos. "Un día vamos a tener un problema y después vendrán las lamentaciones", recalca Alfredo Escribano. La finca en la que se encuentra la casa abandonada está situada frente a la marquesina del autobús urbano. "Es un sitio por el que pasan todos los días muchos niños y muchas personas de San Claudio", afirma este vecino.