La madre acusada de abandonar a sus tres hijas menores, la más pequeña un bebé de días, en un piso de Pumarín en diciembre de 2014, aseguró esta mañana en el juicio que solamente había salido de casa para buscar algo para cenar en una farmacia cercana y que pensaba regresar en un par de horas. Sin embargo, cuando lo hizo se encontró con la Policía, se asustó y prefirió ocultarse en un rincón. Desde allí vio como se llevaban a las tres menores en una ambulancia. "Vi salir a las niñas. Una estaba llorando, otra no. Pero comprobé que estaban bien y pensé que era lo que me faltaba... después de haber perdido a mi pareja por un cáncer", señaló la mujer en sede judicial.

El juicio comenzó esta mañana en el Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo con la declaración de la acusada, a quien la Fiscalía reclama una pena de tres años de cárcel, además de 10 años de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad de sus hijas. Al margen de este proceso, la mujer, de 43 años, está acusada de no revelar el paradero de otro hijo suyo, de seis años de edad, que permanece desaparecido. De él también se habló hoy en el juicio, aunque nadie ofreció ninguna pista sobre su paradero.

En la vista oral declararon también los policías que participaron en la intervención de rescate de las menores. Aseguraron que nunca se habían enfrentado a un episodio tan duro en toda su carrera profesional. "Sobre una cama había un bebé llorando. Solo llevaba puesto un pañal. Estaba totalmente frío y cuando lo cogí en brazos para darle calor cesó el llanto", declaró uno de los agentes citados.

Los policías también relataron que se encontraron una situación de abandono en el domicilio, que estaba desordenado y con mucha suciedad. Incluso uno de ellos aseguró que había "olor a orines y excrementos". Las dos hermanas mayores, de dos y tres años entonces, estaban en el salón. Una dando cabezazos en el respaldo de un sillón y la otra sosteniendo una lata de cerveza. "Ninguna hablaba. Una recorría la casa con nosotros y la otra estaba abstraída. Le faltaba pelo, no sé si de arrancárselo o de golpearse. Llevo mucho tiempo en el Cuerpo y jamás había visto una situación de dejadez tan terrible con menores. Nunca", manifestó uno de los funcionarios policiales.

La madre de las niñas fue localizada días después, del 25 de diciembre, cuando fue detenida en la calle Arzobispo Guisasola. Tenía antecedentes por estafa, no computables para esta causa.

La Fiscalía destaca el mal estado de salud en el que las niñas fueron encontradas. Las dos mayores estaban excesivamente delgadas, a una de ellas le fue diagnosticada anorexia reactiva y extensas áreas de alopecia en el pelo, ambas se mostraban huidizas y rechazaban el contacto físico. La más pequeña también presentaba escasa ganancia de peso.

Actualmente, las pequeñas, que ahora tienen cuatro, tres y dos años, se encuentran recuperándose de sus problemas de salud. La menor de ellas, según la Fiscalía, no sufrirá ninguna secuela física, mientras que la mediana presenta el desarrollo psicomotor propio de su edad, tiene una buena presencia física y no se prevé que le puedan quedar secuelas físicas ni psicológicas.

Por su parte, la mayor de las niñas también ha mejorado su desarrollo psicomotor y tanto su alopecia como la anorexia reactiva están desapareciendo. Aunque se desconoce si presentará alguna alteración futura como consecuencia de la situación vivida con su madre.

Además, la mujer se enfrentará a otro juicio por no relevar el paradero de otro hijo suyo de 6 años de edad. L a Fiscalía pide para ella, en este caso, 2 años de prisión y otros 9 de inhabilitación para ejercer la patria potestad del niño.