En el Museo Arqueológico llamó mucho la atención del público la improvisación dirigida por John Falcone, que fue guiando con sus instrumentos a través de señas a una docena de músicos y bailarines. Ninguno de ellos había ensayado previamente y eso fue lo mejor de la actuación. Previamente el museo había acogido un recital poético musical a cargo de la Asociación de Escritores Asturianos y la actuación del dúo "Harpe Diem", integrado por Dani García de la Cuesta y Pedro Sanjurjo.

Otra de las ofertas que despertó el interés de los ovetenses fue la actuación del coro "El León de Oro" en Santa María la Real de la Corte. Allí, la formación presentó un recorrido por la Europa del Renacimiento de la mano de grandes maestros de la polifonía sacra con un repertorio que trasladó a los asistentes hacia la música más espiritual e introspectiva. La central de Telefónica en la ciudad también abrió sus puertas durante la Noche Blanca para dar a conocer sus instalaciones por dentro. La mayoría de los asistentes fueron niños y fue tal la expectación que alrededor de 300 tuvieron que quedarse fuera. El resto de la oferta se repartió por las diferentes galerías de arte de Oviedo, hubo teatro en las calles y cultura por todos los rincones para parar un tren.