La sede de la Fundación Princesa de Asturias se convirtió ayer en una galería de arte para sumarse a las actividades programadas con motivo de la Noche Blanca. La institución abrió por primera vez sus puertas al público para dar a conocer su colección, un patrimonio compuesto por treinta obras que reflejan el panorama artístico asturiano contemporáneo.

Pinturas, obras sobre papel y esculturas dialogan utilizando los lenguajes de la abstracción y la figuración, en un espacio que no ha sido concebido con un carácter expositivo, sino como un lugar de trabajo. Y, sin embargo, debido a esta circunstancia, la colección es un "ser vivo" que invita al deleite diario y a la convivencia con el arte en horario laboral. Entre los nombres que firman las piezas se encuentran artistas asturianos como Melquíades Álvarez, María Jesús Rodríguez, José Andrés Gutiérrez, Kely, Lisardo, Agustín Bayón, Pablo Maojo o Hugo Fontela. También hay obras de autores muy ligados a la región, como Elías García Benavides, Mariano Matarranz, Maite Centol o Ramón Isidoro. Asimismo, también destaca la aportación del pintor valenciano, afincado en Alemania Enrique Asensies, que enriquece la colección.