De perro desahuciado en Oviedo a "celebrity" en el Reino Unido. Ésta es la historia de "Goya", un setter inglés que en sólo dos años ha vivido cinco vidas diferentes, ninguna fácil. Pero también es la historia de sus ángeles guardianes: la inglesa Louise Oldfield, su actual dueña, y Félix Fernández, el agente de la Policía Local de Oviedo que no dudó en tirarse al río en Trubia, hace un año, para salvarlo de las aguas del Nalón cuando se estaba ahogando. Las redes sociales y LA NUEVA ESPAÑA han hecho posible su reencuentro.

Louise Oldfield adoptó a "Goya", un precioso setter inglés, el pasado mes de enero. Vive en Margate, un retiro con playa al sur del Reino Unido. Tiene un perro pointer, "Polka", y en esas fechas la familia se estaba recuperando de la pérdida en un accidente de tren de "Grey", su otro perro de siete años. Su amiga Penel Malby, fotógrafa y entrenadora canina, compartió con Louise un anuncio de emergencia que circulaba por las redes sociales. En una ciudad al norte, un joven macho setter necesitaba un hogar urgente. Según contaban, había llegado de España traumatizado tras pasar por dos familias diferentes, diez meses en una perrera y un rescate en el río. Para colmo, la familia inglesa que acababa de adoptarlo no podía hacerse cargo de él tras enfermar la mujer de la casa. "Su situación era de emergencia y la mía también", relata Louise. "Los setter son un poco complejos en sus necesidades, porque requieren un montón de ejercicio y espacio para correr. Pero son muy sensibles. Así que decidimos intentarlo", cuenta.

La mujer, que regenta con su marido un hotel en la localidad, cuenta que "Goya" es una de las mejores cosas que le ha pasado en la vida, porque tiene "una hermosa alma". Entrenamientos, rutinas y algún capricho hicieron que el asustadizo setter ganase confianza y fuese, poco a poco, integrándose en la familia. Louise inició en paralelo una investigación sobre su pasado y descubrió toda la historia del perro gracias a Pepe Perkins, una inglesa afincada en Asturias cuya organización se dedica a recuperar perros ingleses de caza para devolverlos "a casa". Se da la circunstancia de que en el Reino Unido los setter, por ejemplo, son muy valorados y existen organizaciones y familias que se plantean como reto el rehabilitarlos.

Perkins le explicó que su organización había sacado a "Goya" de la perrera de La Bolgachina, donde estuvo diez meses. Antes vivió en Oviedo, en un piso donde no tenía espacio, por lo que sus dueños iniciales lo cedieron a un vecino de Trubia. Es ahí cuando el animal se escapó (se supone que para volver a casa) y terminó atrapado en unas zarzas en el río a punto de ahogarse.

En este punto de la historia, Louise Oldfield se enteró de la existencia de Félix Fernández, el agente de la Policía Local de Oviedo que, tal y como recogió este periódico en febrero de 2015, se tiró al río junto a su compañero Rafael A. P. para salvar al animal. "Hacemos lo que buenamente podemos. Solo la mirada agradecida de un animal merece la pena", explicaba entonces el agente. La historia de "Goya" ha conmovido al Reino Unido gracias a la revista "Dogs Today" para la que trabaja Penel Malby, la amiga de Louise, que fotografió a los dos juntos logrando que aquel perrín que había agotados sus fuerzas luchando por librarse del Nalón sea portada de uno de los últimos números de la revista.

A Louise sólo le quedaba un objetivo pendiente: encontrar a Félix para agradecerle que le hubiese salvado la vida a su nuevo compañero. Pensó que las redes sociales eran la mejor forma de conseguirlo. Tenía el nombre del policía, la ciudad y referencias del periódico que había publicado la historia. Ha sido finalmente LA NUEVA ESPAÑA quien ha mediado para poner en contacto a los dos ángeles de la guarda de "Goya", gracias también de la hija del policía, la periodista Aroa Fernández. El veterano agente está sorprendido por todo el revuelo en las redes sociales, pero muy contento de que aquel perro que él y su compañero sacaron del río en Trubia tenga una vida feliz en tierras británicas. Dice que nunca olvidará su mirada, sus ojos de agradecimiento. Mientras, Louise se ha comprometido a enviarle un número de la revista. En la tierra de los setter ahora saben que en Oviedo, España, los policías se mojan por los animales.