Una vecina de La Corredoria acaba de dar una lección de honradez (y también una alegría a otro vecino del barrio) al encontrarse 630 euros en un cajero automático y devolverlos. Los dos protagonistas de la historia, el hombre que perdió el dinero y la mujer que lo encontró, acudieron a la Comisaría de la Policía Nacional en General Yagüe con solo un día de diferencia. Uno fue a contar que había perdido 600 euros, y la mujer a entregar a las autoridades un sobre con un dinero que había encontrado. Al cruzar las denuncias de ambos, los agentes se dieron cuenta de que se trataba del mismo dinero, así que resolvieron rápida y felizmente el caso.
Según consta en el atestado, al que ha tenido acceso este periódico, los hechos se remontan al miércoles de la semana pasada. Minutos antes de las cinco de la tarde, un hombre acudió a un cajero automático de la plaza de Cuatro Caños para sacar dinero. Según su relato, al realizar la operación en el cajero le dio un error y "no salió el dinero solicitado". El hombre abandonó el lugar y decidió comprobar en su cuenta si le habían descontado el dinero. En efecto, constaba un reintegro de 630 euros. Fue entonces cuando se dirigió a la sucursal para informar de la situación. Allí le dijeron que una mujer lo había encontrado, y que el dinero había sido entregado en Comisaría.
La "rescatadora" del fajo de billetes se lo encontró media hora más tarde de que su propietario abandonase la sucursal. Según explicó a la Policía, cuando estaba realizando una gestión, se encontró al lado del teclado de la máquina seiscientos euros en billetes.
Primero se puso en contacto telefónicamente con la sucursal bancaria, donde le dijeron que nadie había reclamado el dinero. Después decidió acudir a Comisaría para depositarlo allí para que pudieran entregárselo a su legítimo propietario.
Los agentes de la Jefatura Superior de Policía han comprobado repasando las cámaras de vigilancia de la entidad que, como se preveía, las dos historias cuadran a la perfección, lo que agilizó la devolución del dinero.
